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Humillados e Indefensos

domingo 16 de marzo de 2014  

Usted lo recuerda. Yo también lo recuerdo. Cuando pasa el tiempo cada uno rebusca en su memoria y cuenta el momento en que advirtió que algo tremendo acababa de pasar. Son esas narraciones orales que se rumian o se cuentan todos los 11 de marzo las que conforman una sinfonía expresionista de recuerdos que conmemora a las víctimas y transmite calor a sus seres queridos. Espero que sea eso lo que perciban los familiares de los muertos, al menos que lo sientan por encima de todo lo turbio que enfangó desde un principio la tragedia, que nuestro afecto limpio —libre de maniobras políticas, teorías conspirativas y una asquerosa voluntad de sacar provecho comercial del asunto— alivie su dolor sin consuelo. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

Lo Lleva En El Sueldo

domingo 9 de marzo de 2014  

Creo que fue la lejanía y la soledad lo que me aficionó hace diez años a las redes sociales. Aprendí mucho en aquellos primeros años. Lo primero, que cualquier cosa que se cuelgue en la red es público, que todas esas supuestas condiciones de privacidad que se pactan acaban siendo como las normas que los niños escribíamos al estilo de la banda de los Proscritos de Guillermo Brown y que hacíamos firmar a quienes quisieran formar parte de nuestro club secreto. También supe entonces que conviene no compartir intimidades con personas que no hayas conocido en tres dimensiones, y que a partir de las doce de la noche no debes comunicarte ni con tu primo. Porque la gente se calienta y afirma cosas terribles, escribe mamarrachadas y manifiesta su lado más ordinario, más mezquino, aquello que a la luz del sol se esconde. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

El Novio de la Novia de Tarzán

sábado 22 de febrero de 2014  

Veo al hijo de Woody Allen en un debate de la tele. Y es clavado a Frank Sinatra. Lo lúcido sería terminar el artículo aquí. Pero Ronan Farrow da para más, es mucho Ronan. Tiene ya un historial detrás de su cara bonita. Fue el niño que entró en la universidad a los 11 años, que aseguraba que le aburrían sus compañeros del cole y se acabó graduando a los 18 en Yale. Hoy, define al niño que fue como un nerd, algo que sería más que un empollón, un chaval obsesionado con el estudio, que desconocía otras facetas de la existencia y disfrutaba sintiéndose superior a sus pares. Fue capaz a los 10 años, por ejemplo, de mantener una conversación articulada con Nelson Mandela en una de las visitas que hizo su madre al líder sudafricano. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Celia en el Congreso

domingo 16 de febrero de 2014  

Aplaudieron. Las diputadas del PP se levantaron de sus asientos para aplaudir al ministro menos popular entre los populares, o para entendernos, al menos querido por los votantes españoles según dicen las encuestas, a Gallardón. Y a cuenta de ese aplauso femenino, irritante para aquellos que defendemos la ley del aborto aprobada por los socialistas, se establecieron en las redes conexiones muy discutibles en mi opinión. Sucedía que el miércoles Google dedicaba su doodle (perdón por adoptar la palabreja) a la política española Clara Campoamor, y muchos internautas, seducidos por la estética googleliana y movidos sin dudas por buenas intenciones, vinieron a acordarse de la mujer que luchó para conseguir el derecho al voto de las españolas.
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Heroína Vintage

domingo 9 de febrero de 2014  

Si hace 30 años a usted no le soltaron un pequeño discurso sobre las bondades de aquella droga prodigiosa es porque, o bien no era joven en esa época, o bien era usted uno de esos seres inocentes que andan sin pisar el suelo. No había forma de librarse de que algún conocido te describiera las alucinantes sensaciones que provocaba esa sustancia a la que algunos llamaban la Reina. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Enemigos del Sexo

sábado 1 de febrero de 2014  

No deberíamos dar nada por sentado. Y es difícil, porque en esta vida nos rodeamos de amigos que piensan como nosotros, que han disfrutado y sufrido experiencias parecidas, que comparten las mismas pasiones, que son el resultado de las mismas canciones, películas, lecturas, tentaciones y correrías nocturnas. Vamos buscando por la vida a nuestros iguales, y los reconocemos por el olor que emanan, por cómo respiran ante cualquier asunto. Si yo le preguntara a cada uno de mis amigos cómo abordan la sexualidad de sus hijos, no creo que distara mucho una respuesta de otra, pero el resumen vendría a ser que no quieren para su descendencia la perturbadora o inexistente información sexual que ellos tuvieron de niños. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

¿Es ahí la guerra?

domingo 26 de enero de 2014  

El humor es ese género al que cualquiera cree que puede hincarle el diente. Así lo creen los chistosos televisivos, los imitadores profesionales o esos hombres de cara marrón que se pegan con velcro a las barras de los bares; también los escritores tildados de serios están convencidos de que el humor se hace con la gorra y a veces se ponen graciosos, aunque lamento decir que la mayoría de esas veces la cagan, porque el humor es un don con el que se nace, y que brota del defecto más que del virtuosismo, del oído más que de las lecturas, de lo popular más que de lo sublime. El humorista es un ser trágico porque provoca mucha felicidad inmediata, pero luego ve desvanecerse su gloria, en cuanto se apagan las risas y sale a la intemperie. El humorista es el que se lleva la peor parte de la posteridad, porque el discurso humorístico es el más difícil de traducir a otro idioma o a otro tiempo, y suele ser flor de una vida.

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Amor o codicia

domingo 19 de enero de 2014  

De aquí a que la infanta Cristina haga el paseíllo, exterior o intrauterino, lo habremos dicho todo. Habremos dicho tanto y tan confuso que cuando esto acabe, los opinadores recordaremos que teníamos razón aunque no sepamos muy bien lo que habíamos defendido. Cuando el pastel se descubra y sepamos lo que va a ser de uno y lo que será de la otra, los hay que dirán: “no, si yo ya…”, o los que añadirán: “no, si ya yo…”. De aquí a que la Infanta se vea en ese trance que jamás ella imaginó para sí, la institución monárquica habrá estado en boca del pueblo soberano: en bares y mercados, en tertulias televisivas, que vienen a ser lo mismo; en taxis y en peluquerías, y en tertulias televisivas, que para el caso vienen a ser lo mismo. Así que antes de que este asunto llegue a cualquiera que sea su final, quiero dejar aquí mi particular visión de los hechos. Las cosas, por escrito.

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Lo Que Saben Ellas

sábado 4 de enero de 2014  

La primera alegría de un sábado navideño: ir al cine y encontrarte la sala llena. Hurra. La segunda alegría de la semana: ir a ver la última de Woody Allen y que te entusiasme. Hurratracatrá. Soy de buen conformar: con esto ya tengo alimento espiritual para lo que resta de fiestas. Con respecto a la alegría 1, es obvio que me gusta comprobar cómo hay espectadores que aún mueven el culo para disfrutar de un filme, porque me consta que son muchos los académicos de la legua que ven los estrenos en pantalla de ordenador dado que no tienen tiempo de practicar con el ejemplo. Con respecto a la alegría 2, qué quieren, a mí que un individuo con 75 años demuestre que su talento está que arde, aunque nos haya hecho dudar de él estos años de periplo europeo, me ensancha el corazón. Quiere decir que no solo Woody Allen puede ser Woody Allen hasta que muera, también los demás podemos ir tan pichis a pesar de la fiera venganza del tiempo y no conformarnos con esa maldición que nos echan los neurólogos cuando afirman que las neuronas, con los años, se amojaman. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

¿Por qué, Gallardón?

domingo 29 de diciembre de 2013  

Eso, ¿por qué? No era un asunto que perturbara la convivencia. Por tratarse de una decisión íntima y traumática, nadie va jamás alardeando de haber interrumpido su embarazo, de haber abortado. Ninguna mujer lo cuenta en una reunión de amigos, ni en una comida de trabajo, ni tan siquiera suele comunicárselo a su familia. Es algo que se confía a una sola persona, a dos como máximo. Por eso hay gente tan alejada de la realidad que piensa que en el universo de sus relaciones no ocurren esas cosas. No, no hay nadie que lleve un cartel anunciando que acaba de interrumpir su embarazo. Es posible que una mujer, cualquiera, acuda al día siguiente de la intervención a la oficina, a limpiar casas, que vaya a buscar a su hijo a la guardería, que prepare la cena del niño sintiendo aún el dolor en el bajo vientre; es posible que una mujer, cualquiera, vaya a dar clase al instituto, se levante de madrugada para barrer la calle o espere cola en la oficina de empleo; una mujer, a veces muy joven, que asiste a una clase de la Facultad, vuelve a casa y le dice a su madre que no se encuentra bien y se acuesta temprano. No hay perfil que defina a la mujer que se ve en el trance de abortar. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

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