Enrique Cordero Dice: jueves 17 de octubre de 2013

Reconozco que cuando leí «La decadencia de Madrid» me dejé llevar por el aire pesimista del artículo y, de manera muy superficial, me sentí identificado con cada crítica. Después de leer «Defensa de Madrid» me he dado cuenta de que quizás me identificaba con el primer artículo sólo por hastío, por la rabia acumulada de tantos años aguantando el secuestro de esta ciudad. Me alegra que Elvira Lindo haya escrito esta «defensa» porque, es verdad, Madrid es más que sus mediocres gobernantes; Madrid acoge sin reservas porque las raíces de sus habitantes están dispersas por todo el país, por el mundo entero… Madrid no tiene un «relato» como la mayoría de las ciudades, Madrid tiene muchos relatos, muchos. Ya podemos leer el de cómo los madrileños sacaron las bicicletas a la calle. Ojalá algún día podamos contar ese de cómo Madrid consiguió deshacerse de Eurovegas, o cómo sus ciudadanos exigieron mantener la sanidad pública. Gracias por la defensa, Elvira.

Jesús Abad Dice: jueves 17 de octubre de 2013

Acerca de Madrid, me permito recomendar De Madrid al cielo, de Ismael Grasa. Saludos.

Marcos Dice: jueves 17 de octubre de 2013

Gracias Elvira.