Guerra y Paz
domingo 1 de marzo de 2015
La política es tan caprichosa que cada cierto tiempo se hace una la promesa de no pensar en ella. El politólogo Sánchez-Cuenca me ha reprendido en alguna ocasión por meterme donde no me llaman: la política, argumentando que es cosa de los que entienden, que son, obviamente, los que salen de la facultad de Políticas, una facultad en la que desde hace años se venía cociendo el futuro del mundo a fuego lento y nosotros, los indocumentados de fuera, estábamos ahí, ignorantes del estado de la cocción. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>