Si No Es Mucho Pedir
lunes 14 de julio de 2014
Fue llegar a Lisboa y encontrarme en el barrio de Graça con una pareja de amigos gays. El día del Orgullo. El día en que Conchita, esa dama de barba pintada que ganó Eurovisión, inauguraba la cosa en Chueca. La tarde misma en que dos millones de personas saludaban desde sus carrozas o aplaudían a los que marchaban en carrozas. He de confesarlo: a mí las carrozas me gustan regular. Las carrozas en general, sin entrar en la condición sexual de quienes viajan en ellas. Las he evitado desde unos tiempos que me atrevería a calificar de inmemoriales, en aquellos años en que, si hubiera sido buena madre, ay, habría tenido que llevar al niño a la Cabalgata. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>