Allen, el viejo artesano
domingo 30 de diciembre de 2012
Qué rara es la gente cuando no esperamos verla. Cuando la encontramos fuera de su entorno o despojada del uniforme al que la tenemos asociada. De esa forma me crucé con uno de los personajes más icónicos de la cultura del siglo XX. Unas gafas de concha, un gorrito de tela, una cara alargada. La cara de Woody Allen, tan representada y presente en el merchandising de la cultura americana que se puede reproducir con trazos contados. Pero fue verle de pronto, una tarde de domingo de invierno en Madison Avenue, del brazo de una mujer que no aparentaba haber sido la protagonista de un amor oscuro, y tardar en reconocer a una de las personas más familiares de nuestro universo cultural.