BUENISTAS SIN FRONTERAS
Desconfío, por principio, de personas que creen saberlo todo y, que no bastándoles con proclamar a los cuatro vientos su conocimiento universal, añaden que aquellos que piensan de manera diferente son gilipollas. Decía Grace Paley que una de las condiciones para escribir una buena novela es no creerse superior a los personajes; yo diría que una de las condiciones a las que debemos atenernos las personas que expresamos nuestra opinión en una columna es no creernos superiores a nuestros lectores. Gilipollas hay muchos, pero por qué no estar abierto a la posibilidad de que en ocasiones el gilipollas puede ser uno mismo. Hace poco, un buen amigo lector me escribió: “no te digo más cosas buenas porque no quiero herir tu humildad”. Me pareció una observación llena de sabiduría: una dosis de humildad en este oficio es tan necesaria como otra de vanidad. EL ARTICULO SIGUE AQUÍ ->>