Se Llama Feminicidio
Hay casualidades reveladoras. La misma mañana en la que el exaltado Casado instaba a las mujeres a que se dejaran de abortos y se pusieran a la tarea de la procreación para engendrar a futuros contribuyentes de la patria, se celebraba en Alicante un encuentro de Mujeres por la Paz, que reunía a una serie de brillantes, valerosas activistas provenientes de diversos países en los que por conflicto armado o nivel de violencia cotidiana las mujeres se convierten en botín de guerra, objeto de venganza, desahogo del odio. Una tras otra enlazaban el relato aterrador del feminicidio, del Congo a El Salvador, de Guatemala a Túnez, en el que parecía que la distancia y las peculiaridades culturales no contaban, ya que los crímenes de odio contra las mujeres guardan un pavoroso parecido: una parte de la población los comete contra la otra. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>