Todos rieron el chiste
Cuando leí el reportaje de la revista The New Yorker sobre la historia de abusos perpetrados por Harvey Weinstein, no reparé en quién era el autor de la pieza. Pero a fuerza de entrar en la página, que se va renovando según se van acumulando los testimonios, caí en la cuenta de que se trataba de Ronan Farrow, hijo de Mia y de Woody, aunque asombrosamente parecido a Frank (Sinatra). La firma no altera la objetividad del contenido, desde luego, pero indica que a este joven brillante le afecta hondamente el asunto de los abusos sexuales y no va a dejar escapar historia alguna que se le presente. Los abusos, en concreto, en el mundo del show business y aledaños. No oculta el ya popular comunicador el trauma que supuso para él, aún niño, la investigación criminal que se abrió contra su padre, Woody Allen, por los supuestos abusos a su hermana Dylan. A Allen se le consideró no culpable, puesto que los hechos no se probaron, pero sobre el cineasta planea desde entonces la sombra de una duda que su hijo trata de reavivar siempre que puede, puesto que considera, así lo suele expresar, que la industria y la prensa han tendido a comprender y arropar los comportamientos ilícitos de los genios o de los hombres poderosos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>