¿Son felices los profesores?
Si quieres tomar el pulso de tu país, escucha a los maestros y los profesores. Si quieres que un artículo provoque el anhelado click que hace las veces de levadura en la red, no escribas sobre lo que te han contado, porque lo que se espera hoy de cualquier columnista es que anime el cotarro, y animar el cotarro significa escribir sobre Cataluña, Puigdemont o Woody Allen, por poner tres ejemplos significativos. La educación interesa bien poco. Tan poco, que el gran acuerdo sobre nuestro sistema educativo sigue esperando turno porque antes ha de arreglarse España. ¡Como si eso fuera a ocurrir alguna vez! Además, para qué escribir, si cada español lleva en su interior un experto que arreglaría la educación en dos patadas. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>