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Justicia Póstuma

domingo 26 de diciembre de 2010  

Hay algo obsceno en estos tiempos. Algo obsceno que sobrevuela tertulias, comentarios, columnas. No sabría definirlo. Se trata de la alegría con la que algunos reciben el caos, la penosa situación económica, los aires de fin de fiesta. Hay algo obsceno en la manera en la que algunos dibujan un país catastrófico, en cómo parecen recibir el desastre con alegría. Hay algo obsceno en la manera en que toman los malos resultados educativos, el número de parados o la amenaza económica y lo amasan todo, modelan una bola putrefacta y se la van lanzando unos a otros. No saben que su juego infecta el aire, que inocula miedo, nos hace vivir en una inquietante provisionalidad. No es que reclame un optimismo bobalicón, pero no soporto el pesimismo de aquellos que se divierten presagiando la caída por el abismo de un pueblo entero. A no ser que ganen los suyos, entonces ese mismo pueblo comenzaría su ascenso hasta llegar a la cumbre. Nos han acostumbrado a juzgarlo todo tan en clave partidista que no nos dejan ver más allá de la derrota de unos o de la victoria de otros. ¿Qué hacer ante esta situación que sobrepasa nuestra capacidad de juicio? Nuestra mente no da para comprender el mundo. Tal vez lo entiendan los filósofos, los politólogos, los expertos en lo abstracto, pero esta realidad no está hecha para mentes como la mía. Huyendo de la confusión reinante procuro centrarme en lo concreto: en mi oficio, en unos diálogos que escribo en mi mente con la ilusión de que en 2011 lleguen a la boca de unos cuantos actores, en la cena que se cuece lentamente mientras escribo este artículo. Dicen los neurólogos que la atención al presente concede más paz de espíritu que el andarse por las ramas del futuro. Me centro en mi trabajo y en la observación del trabajo de otros. Las personas que aman su oficio tienen sobre mí un efecto balsámico. Hace cosa de un año la traductora Marta Rebón y yo hablábamos del único futuro que tiene sentido: el que llegará cuando finalice un proyecto al que le estamos dedicando el alma.

El artículo sigue aquí

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4 respuestas a: Justicia Póstuma

Lara Dice: lunes 27 de diciembre de 2010

Me encanta leerte en cualquier sitio, así que la red también está bien. Ayer te leía en el PaIS y además de gustarme tu artículo por lo qué dices. «las personas que aman su oficino ejercen un efecto balsámico sobre mí», porque me acabaste decidir a cerca de un regalo. Yo compraré este Boris traducido por primera vez desde el ruso para que el lo vuelva a releer por ….. enésima vez, como si fuera la primera, los buenos libros siempre son distintos y siempre balsámicos aunque duelan,´y el me enviará el tuyo. Me gusta lo qué dices, cómo lo dices, me divierto muchísimo con tu humor, y las más de las veces estoy de acuerdo contigo loca sensanta. Feliz Navidad.

José Manuel Medina Dice: martes 28 de diciembre de 2010

Todo está muy bien y encarar las cosas con optimismo puede ayudar, pero actualmente sirve para poco, ya que los poderes parecen CIEGOS. La mayoría de los que han caído en el paro han hecho su trabajo bien y han dedicado el alma a su proyecto. Es desolador mirar alrededor y lamentable oir a unos y atros, pero parece que hay que callarse, no sé qué se va a arreglar tapándonos los ojos y los oídos. Hace poco tiempo nos aseguraban la jubilación a los 60 años. Hace nada, nos decían que la Seguridad Social no corría ningún peligro y las pensiones menos. Hace «dos días» éramos la envidia de Europa y el mundo. Hace nada éramos los que mayores conquistas sociales interplanetarias estábamos haciendo y todos mintiendo y dilapidando el futuro de generaciones a sabiendas, que es lo peor, porque todos sabían a dónde íbamos, pero nadie se ha atrevido a decirlo hasta que han visto «las orejas al lobo». Seguiría con más y más, pero dejo puntos suspensivos… ya que uno está asqueado de TODOS LOS POLÍTICOS, TERTULIANOS, LISTILLOS, SABIONDOS, SABELOTODO Y DE TODOS LOS QUE HABLAN DE TODOS LOS TEMAS QUE YO SÉ QUE NO SABEN DE LA MAYORÍA DE LAS COSAS QUE HABLAN…

jose blazquez Dice: martes 4 de enero de 2011

Hola Elvira: paseo por tu blog y me endulzo el día cogiendo un artículo al azar, que no defrauda. Saludos

Óscar Lorenzo Dice: domingo 19 de mayo de 2013

Hay artículos que vuelven como las aves migratorias. Hay artículos que vuelven como el amor. Se sientan a la mesa con uno una mañana de domingo a tomar un café. Lo he compartido en Facebook, diciendo esto que te digo como un acto de retaguardia. Grande Doctor Zhivago, grande Marta Rebón. Grande tu, Elvira.

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