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Borbón e hijos, S.L

domingo 29 de septiembre de 2013  

Siempre me han atraído los negocios familiares: cómo los mayores instruyen a sus hijos desde niños en los secretos del oficio y cómo, después de que estos superan la adolescencia, van cediéndoles el paso para que en un futuro puedan gobernar la empresa. En mi familia ha habido un negocio familiar muy notable: un horno de pan que surtía de todo tipo panes, madalenas, tortas y monas a un rincón de España, el Rincón de Ademuz. Me maravillaba contemplar de niña cómo mi tío panadero iba incorporando de manera natural a mis primos en los madrugones, en la fabricación del pan o en el trato a los clientes. A pesar de que los rigores del oficio mantenían a los hijos trabajando cuando los demás estábamos de vacaciones, yo sentía envidia de esa armonía familiar, de ese esfuerzo en el que arrimaba el hombro todo el mundo. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

El Genio Y Sus Musas

lunes 23 de septiembre de 2013  

Sí, las chicas éramos más proclives a la ensoñación romántica con posibilidad de entrega (física) total. No sé si eso sigue siendo así, pero hace unos cuantos años, tantos como aquellos que tiene la democracia, las chicas de instituto que padecíamos la enfermedad de la literatura nos hubiéramos rendido al primer autor que hubiéramos visto en carne mortal. Qué peligro. Mi instituto no pillaba muy lejos del Café Gijón, de tal forma, que todos aquellos escritores del bando rijoso que calentaban allí la silla esperando seducir a las pocas muchachas jóvenes que entonces se atrevían a entrar, podían haber emprendido el camino del Paseo del Prado (si hubieran sido menos diletantes), haber subido la Cuesta de Moyano y luego esa otra cuesta más empinada que conduce al Observatorio Astronómico de Madrid. Detrás del Observatorio, en el propio parque del Retiro, como si fuera el edén soñado de cualquier mente proclive a las Lolitas, se escondía el instituto (entonces femenino) Isabel la Católica. Las había que soñaban con los muchachos del Colegio de Obras Públicas, que exudaban salud y chulería, y las había que leían… Estas últimas hubieran sido capaces de entregar su juventud a los cuidados de un poeta tísico. Pero, por suerte, para ellas, ya digo, a los escribidores les podía la pereza o el convencimiento de que eran las jóvenes las que debían acercarse al café, y la tapia del instituto solo era rondada por unos pajilleros que huían atemorizados de los gritos de las chicas o algún novio formal. No estábamos menos locas las groupies literarias que las musicales, aunque la groupie musical acababa teniendo más mundo por aquello de que la música viaja mejor y tiende menos al retestinamiento provinciano. EL ARTICULO SIGUE AQUÍ 

 

Un Silencio Elocuente

lunes 16 de septiembre de 2013  

Me escribe un escritor. Me escribe y me confiesa que, superado por los acontecimientos, está pensando en irse a vivir fuera de España. O por concretar, fuera de Cataluña, para regresar si acaso en ese futuro quién sabe si cercano en que la vida haya dejado de convertirse en un referéndum permanente y no se le exija al ciudadano una definición sustancial, no ya como votante, sino como ser humano obligado a indagar en los sentimientos que le unen a esta o a otra tierra. EL ARTICULO SIGUE AQUI 

 

Un Rancio

domingo 8 de septiembre de 2013  

Del que fuera alcalde de Madrid Tierno Galván se decía que aquella imagen de viejo bondadoso y poco amigo de las ambiciones humanas era una actitud meditada que él mismo se había confeccionado a medida para conquistar multitudes. Que ni era tan viejo (aunque lo pareciera desde joven), ni bondadoso (había saldado con frialdad sus deudas con el pasado), ni aquel tono de humildad correspondía a su verdadero ser. Los que le narraron después de muerto cuentan que don Enrique se calzaba el terno gris con el que aparecía en público como Clark Kent se ponía el traje de Superman, y que, puesto el disfraz, ya estaba hecho el personaje. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

La Tía Julia

domingo 14 de julio de 2013  
Esta tarde (me refiero al martes) me he citado a merendar con una dama. Es algo que ella suele hacer con su sobrina, la actriz Irene Escolar, en alguna de esas pequeñas nuevas cafeterías en las que es posible tomarse un té y hablar de la profesión, tomarse un capuccino y recordar a la que fuera hermana de una y abuela de la otra, beber un zumo y calibrar cuáles eran las dificultades a las que tenía que enfrentarse una cómica de las de antes, y cuáles aquellas que amenazan a una actriz que debe abrirse paso en un país en el que casi no se van a producir películas y donde no hay prácticamente compañías privadas de teatro que puedan salir a flote. No hay giras. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >>
 

¿Qué nos creíamos?

domingo 7 de julio de 2013  

Hace unos meses, antes de que Snowden convirtiera la política exterior en un capítulo de Homeland, tuve una revelación. Imagino que mucho después de usuarios de Internet más avispados que yo, pero también antes que otros que hasta hace unos días han vivido en la inocencia. Estaba contestando correos cuando el pensamiento revelador cruzó mi mente. Fue una idea tan sólida que me levantó de la silla como un resorte: decidí que a partir de ese momento no escribiría nada en mi ordenador que no pudiera defender públicamente. No pensaba solo en algo tan pueril como los “estados de ánimo” que uno comparte entre sus conocidos en las redes sociales, también me refería a los correos de naturaleza privada, a los que se mandan con algún tipo de confesión a los amigos, a los hijos, a la pareja. Nada, las intimidades se acabaron en el ciberespacio. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Lord, Que Estuvo Allí

domingo 30 de junio de 2013  

James Lord era joven, guapo, homosexual, curioso, amable, dúctil, inteligente y perspicaz. También era una de esas personas que sientas a tu mesa y sabes que hará las delicias del comensal de al lado. Algunos han resumido estas cualidades en un solo defecto: de Lord se ha afirmado que era un cotilla. Y que no escribía bien. Y que fue un novelista frustrado. Lo de novelista frustrado es cierto, él mismo lo confesó. El resto, no. Sus crónicas, créanme, se devoran. Lo que está hoy a la vista de cualquiera es que sus memorias han pasado a la posteridad. Hoy no se puede escribir sobre las vidas de muchos de los grandes artistas o los vividores del siglo XX sin citarlo. Nos ha contado en detalle a Dora Maar, la cuarta mujer de Picasso, a Giacometti o a Balthus, pero por sus páginas cruzan a menudo con toda naturalidad un jovencísimo Lucian Freud, Buñuel, Dalí, Hemingway, Poulenc y tantos otros, porque en el París que va de los treinta a los sesenta estaba prácticamente todo el mundo, de paso o viviendo allí largas temporadas. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

 

Las Trece Fincas

domingo 23 de junio de 2013  

En este país somos expertos en el terreno de la especulación. No me refiero a la inmobiliaria, que también, sino al arte de especular. Por eso abundan las tertulias como churros y florecen como amapolas las teorías. Se sienta uno en un taxi, entra en la panadería o se toma uno un café, y aunque evite el contacto visual para que nadie le hable, a sus oídos llegarán, malditas sean las circunstancias, las palabras de alguien dispuesto a exponer la verdad del asunto. España es un país en el que padecemos un tremendo problema literario. No rematamos una historia jamás. Hacemos el planteamiento, pero, ay amigos, en el nudo nos encastillamos y de ahí no salimos. Pocos de los casos que se plantean en el telediario han conseguido llegar al desenlace. Y eso que los planteamientos son de órdago. Pero si nos aconsejara una autoridad en guion cinematográfico nos diría que comenzamos las historias tan arriba que inevitablemente nos precipitamos hacia un final decepcionante. Yo diría aún más: somos expertos en el no final. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

Los Amos del Balón

domingo 16 de junio de 2013  

Aun aceptando la idea de que Messi sea un genio del balón, ¿es lógica la desorbitada manera en que está remunerada esa destreza?, ¿no es insultante la diferencia entre la riqueza acumulada por una estrella del deporte rey y lo que gana otro genio, pero en este caso de la bioquímica? EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Cine de Resistencia

domingo 2 de junio de 2013  

Vuelvo a mi ciudad después de medio año y me encuentro con lo que ya sabía: más cines cerrados. Unos 21 en los últimos dos años. El pez gordo se come al chico. La cultura de masas devora de tal forma a la de minorías que, aun sin pretenderlo, algunos nos estamos convirtiendo en elitistas. Y eso que yo prefiero las películas cuando una sala se abarrota. Las emociones, sobre todo las de la comedia, aumentan con la respiración colectiva. Pero la sensación es que hay algo en el consumo cultural que está cambiando tan radicalmente que afectará a nuestra forma de vida. Ha sido la crisis, sí. Ha sido la subida del IVA, desde luego. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

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