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La Belleza Herida

domingo 26 de mayo de 2013  

La bondad puede ser insultante. Puede ser insultante si presume de ella un personaje conocido. Cuando alguien, desde una posición privilegiada, presume de bondad o compromiso, puede encontrarse con la desagradable sorpresa de que su gesto sea interpretado como impostura. Hay un tipo, Trevor Neilson, que, oliéndose la necesidad de las celebridades por asociar su imagen a una buena causa, creó la empresa Global Philanthropy Group, que ayuda a los artistas a encontrar misiones a su medida. Las causas nobles pueden servirle a una estrella para avivar su luz, si es que esta pasa por un momento de poco brillo, y en general equilibran la imagen que puede proyectar el disfrute de una vida fácil. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

A Vueltas Con El Exilio

domingo 19 de mayo de 2013  

Si Sigmund Freud aprendió español para poder leer El Quijote en su lengua original, yo aprendí inglés para leer The New Yorker, esa revista pequeña en formato y grande en contenido que ha dado a conocer a los mejores narradores en inglés y muestra cada semana un repertorio de ilustraciones y viñetas que te alegran la vista y la vida, entre ellas, en ocasiones, las de mi querido Javier Mariscal. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

¿Qué hay que escribir?

domingo 12 de mayo de 2013  

No me gusta repetirme. No me refiero solo a repetir ideas de mis anteriores artículos, sino a repetir el asunto que han tratado los columnistas que publican días antes que yo. Considero un periódico como una especie de ecosistema en el que uno ha de saber el lugar que ocupa en relación con el que ocupan otros. Los actores lo explican bien: los hay que solo saben brillar defendiendo su propio texto; otros, en cambio, creen que el resultado final es más brillante si trabajan en equipo. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

La Gente No Sale

domingo 5 de mayo de 2013  

Es urgente que todo periódico inaugure una sección dedicada a los Maestros del Humor. De esta manera, estableciendo un ranking en el que nuestros dirigentes pudieran concursar para decidir quién había soltado la tontería más grande, los lectores nos sentiríamos más aliviados que al ver, como ahora, unos entrecomillados en primera plana que nos dejan con los ojos a cuadros. Bien es cierto que como UPyD no se apresure a racionarle el Twitter a Toni Cantó, de la misma forma que a los niños les medíamos el tiempo con la play, EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Los Resentidos

domingo 28 de abril de 2013  

¿Cómo gestiona usted su resentimiento? Esa es la pregunta esencial de la vida. La que deberían hacer los psicólogos o los psiquiatras cuando se les sentara un paciente en el sillón, aunque es natural que por no ser agresivos dediquen meses o años de terapia a dar rodeos antes de abordar la cuestión que define a todo ser humano. ¿Qué hace usted con su resentimiento? ¿Se engolfa en él? ¿Lo rumia? ¿Lo mantiene a raya? No es cierto que el mundo se divida en dos tipos de individuos, los resentidos y los que no lo están: nadie está libre de almacenar en algún compartimento del corazón una pequeña dosis de resentimiento. Tampoco es cierta esa idea común de que el resentido es el perdedor, el que por no haber tenido suerte en la vida sale de casa con la cara de quien culpa al prójimo de su desgracia. No siempre es así. Abunda en el universo de los triunfadores un tipo de personaje que envidia al que tiene menos y que eliminaría de la faz de la tierra a cualquiera que presienta puede hacerle la más mínima sombra.

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La Pantoja y Su Público

domingo 21 de abril de 2013  

El pueblo llano, libre como siempre de toda culpa, acudió a las dependencias judiciales a gritar choriza a la misma tonadillera a la que gritó guapa el día en que enterraron a Paquirri. De pronto volví a ver a aquella otra Pantoja, a punto también de desvanecerse, con las obligadas gafas de sol de las folclóricas, dándole el último adiós al torero. La gente que compartía su dolor parecía la misma que esta semana la increpaba. De ahí me vinieron a la mente los días en que se destapó su romance con Julián Muñoz, el entonces alcalde de Marbella. Paseaban su amor en el Rocío, ese peregrinaje en el que las famosas fuman vestidas de flamencas y se lavan los pies con coca-cola. De aquella romería, la parte de mi cerebro que almacena el detritus guarda la imagen de Muñoz meando de espaldas a una carreta. Dirán ustedes que he consumido mucha basura. Juro que no, que simplemente he vivido en España. Vivir es ver: cuando no es en la tele, es en la peluquería; cuando no, en los mismos periódicos. Quien no ha visto lo que cuento es porque habita en la pureza. Enhorabuena. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

¿Se van los mejores?

lunes 15 de abril de 2013  

Debería haber un diccionario del español tópico que hiciera recuento de todas esas frases de las que uno puede echar mano cuando no tiene nada que decir. Los cómicos del absurdo, Mihura, Tono o Poncela, hicieron algo extraordinario con esas expresiones: las incluyeron en los diálogos de sus obras y sus guiones para que los actores las pronunciaran en los momentos trágicos. El resultado de la tragedia y el tópico es la tragicomedia, y lo tragicómico es ese género en el que los humoristas han podido retratar esa rara mezcla de mala hostia y ternura que tanto nos define. “Se van los mejores” parece una de esas frases que Azcona hacía por incluir en sus películas y que se convierte de inmediato en sarcástica cuando se pronuncia a pesar de que el muerto fuera un gañán, un asesino o un don nadie. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

La Marca Infanta

domingo 7 de abril de 2013  

La Marca España, esa cosa engendrada una noche de pasión por un asesor político y un experto en marketing, ha venido siendo mancillada desde hace mucho tiempo. Para empezar, por aquellos que lejos de promocionar nuestro país se han dedicado con sus tejemanejes a exportar la idea de que no somos un país de fiar. España, así, a secas, sin entrar en marcas ni bobadas, ha ido promocionándose calladamente gracias a su cultura, sobre todo. Esa cultura herida de muerte por el IVA del francotirador Montoro, y a la que, en su acción exterior, se ha vaciado en estos dos últimos años de presupuesto hasta hacer casi imposible que un Instituto Cervantes, por ejemplo, pueda ofrecer en el extranjero algo más que clases de español. Ante esta desolación, ¿cómo nos puede perjudicar una verdad? EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Los Niños Primero

domingo 31 de marzo de 2013  

Lo afirmo: que haya casi un 30% de parados es algo aterrador, pero que haya dos millones de niños por debajo del umbral de la pobreza es inaceptable. De acuerdo, una realidad es la consecuencia de la otra, pero mientras no se incentiva la creación de trabajo, ¿qué podemos hacer con los niños que acuden infraalimentados a la escuela? Echo de menos que un dato de tal gravedad no aparezca, por ejemplo, en el discurso del presidente del Gobierno sobre el estado de la nación. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

Algo Impopular

domingo 24 de marzo de 2013  

En ciertas ocasiones pienso una cosa y la contraria. Y ustedes tienen la culpa. Escribo un artículo exponiendo una idea con una firmeza que hasta a mí me deja asombrada, al día siguiente recibo una carta rebatiendo mi tesis y de pronto veo cómo mi argumento flaquea en matices. No debería decirlo, porque las personas respetables son las que consideran que ceder es rendirse. No debo de ser muy respetable. Pasa que el otro día escribo una columnilla sobre cómo los alemanes celebran la política de castigo económico de Merkel, y una lectora me escribe desde Alemania diciéndome que no todos los alemanes disfrutan penalizando a los del sur y que no toda la responsabilidad sobre lo que ocurre en España es externa. La carta de un lector que te reprende molesta como un pellizco de monja, pero como hace tiempo aprendí a perder una discusión, escribí a esta española que vive en Múnich diciéndole: de acuerdo, tiene usted razón en parte, no todos los alemanes son como Merkel, desgraciadamente sí los que la llevan al poder; de acuerdo, tampoco Alemania es responsable de la burbuja inmobiliaria, sí del crédito fácil que prestó a España para que ellos pudieran reconstruirse como nación. Solamente hubo algo en lo que me mostré radicalmente en contra: la lectora afirmaba que en estos momentos es más in atribuir toda la responsabilidad de la situación a elementos externos que reflexionar sobre aquello que se hizo mal. Y ahí sí que no. Estoy tan acostumbrada a llevarme más de un palo por ser poco in entre los que son de mi cuerda que considero injusta esa apreciación. Es cierto que lo más popular en estos momentos es afirmar que la clase política y empresarial que protagonizó la corrupción nada tenía que ver con nosotros, que todos ellos llegaron a España en un platillo volante y con sus poderes diabólicos anularon nuestra voluntad. Y que lo único que haría falta para acabar con esta invasión de sinvergonzonería y mediocridad sería encontrar el platillo para mandarlos de vuelta a su planeta. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

© Elvira Lindo 2021