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Por Las Pintas

sábado 24 de enero de 2015  

La noche del sábado 17 una historia de terror real, de las que quitan el sueño, se clavó en el corazón de muchos catalanes, tantos como para hacer que un documental se convirtiera en uno de los programas más vistos de la televisión catalana. Me refiero, imaginarán, a #CiutatMorta, la película que narra la pesadilla de cinco jóvenes que el 4 de febrero de 2006 fueron detenidos, torturados y finalmente condenados sin pruebas concluyentes de haber participado en la agresión a un guardia urbano que quedó tetrapléjico a consecuencia de un objeto contundente que alguien arrojó desde un balcón. Son dos horas de prolijo documental narrado de manera escrupulosa que nos conduce a través de una noche de pesadilla en la que la guardia urbana acude a disolver una fiesta okupa, pero al encontrarse con una baja en sus filas, acaba deteniendo arbitrariamente a unos chicos que pasaban por allí, les da de hostias y los lleva a un hospital donde, puestos a sumar despropósitos, añade a la lista de los cuatro detenidos a una joven, Patricia Heras, que había acudido a urgencias para curarse una brecha en la cabeza provocada por una caída de la bici. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

De escritoras y cómicas

sábado 17 de enero de 2015  

La otra tarde, sin venir a cuento, me colé en el Teatro Español. Tengo una devoción infantil por los oficios manuales y quise pasar un rato en la peluquería del teatro para ver a Antoñita, viuda de Ruiz, ponerle la peluca al actor Juan Diego, que andaba estos días pasados encarnando a Ricardo III. Un cómico español no puede decir que haya sido bautizado en su oficio si no ha dejado su cabeza en manos de Antoñita, viuda de Ruiz, que así quiere que la nombren, con ese título nobiliario que recuerda a su difunto, maestro de posticería, prendas de cabeza y maquillaje teatral. La peluquería del Español bullía una hora antes de la función y con el ruido de los secadores parecía estar uno dentro de un helicóptero. De pronto, entró una dama en quimono. Tan delicada que tenía un aire verdaderamente oriental. Era Asunción Balaguer, viuda de Rabal, que también pasea la memoria de su Paco allá por donde vaya. Le dije que había conocido a su marido en el estreno de Goya en Burdeos y, con esa naturalidad de las ancianas para hacer un aparte en medio de la multitud, Asunción contó que el actor murió mientras sobrevolaban Burdeos, y que antes de comenzar con la crisis que le conduciría a la muerte pronunció su último deseo, “ahora me tomaría un benjamín”. Lo cual me parece el colmo de saber apurar la vida hasta el último sorbo. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

¿Respeto o miedo?

lunes 12 de enero de 2015  

Venga, venga, antes de que se enfríen los cuerpos del tío Bernard, de Wolinski, de Charb, Cabu, Tignous, Honoré o del policía Merabet; antes de que se prolongue en exceso la defensa de los archisabidos valores de Liberté, Égalité, Fraternité que dan sentido a la República Francesa; antes de que nos pongamos demasiado cansinos con la condena del crimen y la defensa de las libertades, vamos a proclamar a los cuatro vientos, para poner a buen recaudo nuestra intachable reputación, que no todos los fieles de esa religión son terroristas y que debemos vacunarnos contra el virus que el atentado puede desatar: la islamofobia. Porque si no lo hacemos, si no incluimos en cada uno de nuestros artículos la consabida frase “hay musulmanes pacíficos”, hay quien se apresurará a tildarnos de racistas, de fascistas, de Houellebecqs o de lepenistas. Pero digo yo que cada cosa tendrá su tiempo, que habrá que guardar un luto. Tres días, cuatro, siquiera una semana. Y en estos días de duelo por unos humoristas cuya lógica tarea consistía en tomarse la religión y el poder a cachondeo lo que toca es tomar el relevo y, en su nombre, defender nuestro derecho a tomarnos el poder y la religión a cachondeo, sin tener que hacer un inmediato repaso a las culpas de Occidente. Elijo e incluyo aquí unas palabras de un artículo, Filántropos y fascistas,escrito por una periodista marroquí, Zineb El Rhazoui, que se expresa con la razón que otorga la experiencia, y además es mujer, y creo que en este asunto hay que dar voz a quienes menos voz tienen. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

En Memoria de Carla

sábado 3 de enero de 2015  

A las víctimas hay que individualizarlas. Ponerles un rostro, una edad, una familia, un barrio, algunas inquietudes, unos cuantos sueños, una debilidad visible o escondida. Los activistas sociales lo saben desde hace tiempo, tanto como para presentar cualquier campaña que pretenda provocar empatía en el ciudadano con un rostro concreto, un nombre y una edad. Carla, por ejemplo. Una chica de 14 años que estudiaba en un colegio, el Santo Ángel de la Guarda, y con una madre que ahora conocemos, Monserrat. Carla se suicidó arrojándose por un acantilado de su ciudad, Gijón, enferma de desesperación por el acoso y la burla a la que le sometían algunas compañeras de clase. Se mofaban de su físico y de su supuesta condición sexual. Las dos chicas que lideraron las vejaciones a las que la adolescente fue sometida el año antes de que se quitara la vida han sido condenadas a cuatro meses de tareas socioeducativas para mejorar su empatía con el prójimo, en particular, con los seres más débiles. ¿Es suficiente? Si es esa la única medida, no, desde luego que no. En cuatro meses no se cura la chulería ni el desprecio por el dolor del otro. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

Cosas Que No Sabremos Nunca…

sábado 27 de diciembre de 2014  

… pero sobre las que no dejaremos de fantasear, porque en ellas se encuentra la clave de muchas de las noticias que hemos leído o escuchado este año y a las que siempre les ha faltado la parte más golosa, aquella que, por el lógico derecho a la intimidad de los que las protagonizan, nunca llegaremos a conocer. Aquí vienen algunos ejemplos: EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

El Burro y el Salvaje

sábado 20 de diciembre de 2014  

Había que celebrar el centenario de la publicación de Platero y yo y, qué caramba, lo hemos hecho por todo lo alto. En principio, lo previsto en el programa es que los actos de celebración se centraran en Moguer, el pueblo al que el poeta Juan Ramón dedicara tantos y tan sentidos poemas, pero ya se sabe el tirón que tiene la literatura en nuestros días, y hubo alguien en Lucena (Córdoba) que se quiso adelantar y dar el campanazo. Lo dicho, en este país no podemos parar de crear. El cuento resultante de la efeméride no ha podido ser más navideño, pero no en la onda edulcorada de los anuncios de la ONCE o del turrón, en absoluto, este es un cuento como extraído de la antología de esas narraciones ancestrales en las que jamás se evitaban ni la crueldad ni la muerte. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>

 

Los Pasillos del Pirulí

domingo 14 de diciembre de 2014  

Los micrófonos de RTVE deberían estar, estos días, en los pasillos. Los pasillos siempre han sido necesarios en los centros de trabajo. En los pasillos es donde primero se sentía el runrún de los cambios laborales; en los pasillos se ligaba, se tomaba el café o se echaba un cigarrito cuando aún se podía; en los pasillos se desahogaban los malos rollos; en los pasillos rumiaban su desgracia aquellos que habían sido defenestrados; también rondaban los que estaban esperando ser premiados con un cargo. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ >> 

 

Agresores y Agresores

sábado 6 de diciembre de 2014  

Hay cosas que no me caben en la cabeza. Las leo, inevitablemente, por el espacio que ocupan en la prensa; las veo y escucho, a la fuerza, porque protagonizan minutos preciosos de la información radiotelevisiva, pero no consigo entender el cómo ni el por qué colonizan tanto espacio y escupen tal cantidad de tinta. Hay cosas que no entiendo. Ocurre que estas alturas del año, la violencia de género, o violencia familiar (porque este 2014 ha sido especialmente brutal en muertes de niños a manos de sus padres o tutores), ha sobrepasado el medio centenar de muertos y ha puesto sobre la mesa fallos en la política de alejamiento del agresor a su víctima e inercias incomprensibles de la justicia y de nuestra cultura, la de creer, por ejemplo, que un hombre que maltrata a su pareja puede ser un padre amante de sus hijos, como si pudiera ser un buen ejemplo para una criatura ese individuo que insulta, veja o pega a la mujer que la trajo al mundo. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

Eso Tiene una película

domingo 30 de noviembre de 2014  

Tal vez fuera porque la semana pasada estuve en el festival de cine de Miami, celebrando que las películas que se hacen en España gustan más allá de nuestro espeso ambiente patrio; tal vez fuera eso, que estuve alejada de lo que de cerca parece un drama y la distancia hizo su efecto. Ya lo dijo Ernst Lubitsch, la comedia es tragedia más tiempo. Yo añadiría, y lejos de mí la intención de corregir al maestro, que nuestro particular drama se convierte en tragicomedia gracias a la ligereza que concede la distancia física. Esa distancia provoca en el entendimiento de quien se aleja el mismo efecto que los espejos deformantes del Callejón del Gato. España a distancia se convierte en esperpento, Valle, los espejos de la risa, Camba, la saludable tragicomedia, Mihura, o sea, se le aligera a uno el peso gracias al humor, maldita sea, algo que tenemos últimamente tan perdido, porque la vida puede ser dura, pero tampoco es cuestión de estar mostrando gravedad las veinticuatro horas del día.

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Al Rincón de Pensar

sábado 22 de noviembre de 2014  

Es la conmovedora historia de un pueblo inocente, esta es la historia de un pueblo que, tras 37 años de democracia, se sintió de pronto profundamente estafado porque descubrió, cuando llevaba treinta y tantos años conviviendo en dicho régimen de cosas, que el sistema le había engañado. Y este engaño había sucedido a espaldas de ese pueblo calificado, hoy por hoy, por unos y por otros de inocente. Así como a la Pantoja la engañó Julián Muñoz dejándole un dinerillo sucio para que se lo blanqueara; así como una infanta desconocía que con el dinero de una organización sin ánimo de lucro no se pueden decorar los palacetes; así como los poseedores de unas tarjetas cojonudas con las que se pagaban desde una suite en el Ritz hasta el papel del váter ignoraban que los gastos de trabajo hay que justificarlos y que los vicios se los paga uno de su bolsillo; así como el presidente de la Generalitat no cayó en la cuenta de declarar un dinerillo que tenía fuera de esa España que le robaba; así, así mismo, muchos Ayuntamientos y Comunidades favorecían en sus contratos a familiares y amigos, pero eso sucedía, siempre, al parecer, a espaldas de un pueblo cuya inocencia era tan ciega que hicieron falta casi cuarenta años para caer en la cuenta de la estafa. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

© Elvira Lindo 2021