¡¡¡Semana caribeña!!!
Que dicen que el mundo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, se hunde. Debe de ser verdad porque basta con salir a la calle para encontrarse con golosas liquidaciones. Por jubilación, leo en una tienda. Por defunción, en otra. Por reforma. Por traspaso. Está claro que en España nos puede la vergüenza torera y nadie quiere reconocer que es “porque estamos en la puta ruina”. Vuelve una a casa con los ojos llenos de ofertones. Las marquesinas de las paradas de autobús están empapeladas con un cartel que reza: “Nueva York, cinco días y tres noches. Por ochocientos euros”. Cinco días y tres noches. Eso me ha traído a la memoria lo que en los últimos tiempos se viene a denominar “semana caribeña”. En realidad, el populacho llamaba a esas minivacaciones sacadas de la manga “un cacho puente”, pero el Consejo General del Poder Judicial ha querido distinguirse bautizando de manera jacarandosa a las semanas que empiezan en lunes y acaban en miércoles. EL ARTICULO SIGUE AQUI>>