Viviendo en Casa Ajena
Lo que es la vida. Jamás imaginé que me iba a pasar tanto tiempo viviendo en un piso de la calle de Ruiz de Alarcón de Madrid. Desde hace meses que no salgo de ese domicilio; para ser más exacta, de la vida de los miembros ya desaparecidos de una familia que lo dejó casi todo por escrito. Los Baroja. Para los que no son de Madrid aclaro que dicha calle está frente al Retiro, en ese entramado de avenidas de pretensión parisiense en las que uno imagina cuando mira hacia arriba un universo de pisazos y casoplones en los que se diría que habitan más fantasmas que seres vivos. Dado que en ese barrio se ubican la Real Academia, los Jerónimos, el Prado y el Casón del Buen Retiro, a una le entra como una especie de solemnidad alarmada cuando pisa sus aceras porque teme encontrarse al doblar la esquina con un cura, un académico o un muerto ilustre. O las tres cosas a la vez. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>