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¡Ja!

miércoles 20 de octubre de 2010  

Que conste que me estoy quitando de la opinión política. Lo de esta columna no puede considerarse sino como uno de los últimos coletazos de un animal moribundo. Pero no quiero opinar, para qué, solo constato por escrito que hay algo que no entiendo. O, para ser más exactos, que me chirría. Hay ocasiones en las que a los políticos les interesa hablar del bien común y entonces van y desempolvan la palabra España y se dirigen a la nación llamando a una colaboración general, sin intereses partidistas, para salir del atolladero.

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10 Centímetros

miércoles 13 de octubre de 2010  
Manuel Alexandre

Foto de Gloria Rodriguez

«¡Perdiz escabechada, foie gras, jamón en dulce!». Las frases de aquella Navidad de Berlanga o de Azcona, porque a estas alturas tanto da, resumen, mejor que consiguiera hacerlo cualquier novela, la posguerra española: el humor de color del betún, cruel en ocasiones, compasivo otras, nacido de la picaresca, con ecos de Valle-Inclán, pero también de Arniches, perfecto para dibujar esa época en la que había asientos reservados para los mutilados de guerra. «¡Vamos a comer a la moderna, como los americanos!». Frases pronunciadas por el cuñado inocentón de Plácido, que repetimos a modo de oración y homenaje una vez que escuchamos en la radio que Manuel, Manolo, Manolito Alexandre acaba de morir.

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Hastío

miércoles 6 de octubre de 2010  

Ganó Gómez y dio lugar a hermosas metáforas: David contra Goliat, el pez chico que se come al grande, la base al aparato, los indios a los jefes. La victoria de Gómez alimentó la prosa de los historiadores del futuro: ¡queda inaugurada la era poszapateriana! Gómez puso a trabajar la mente de estrategas y agoreros. Unos fueron sutiles, «tal vez haya crisis de Gobierno», «este es un toque de atención para quien no ha tenido reparos en acumular poder en exceso»; otros, los ya clásicos vaticinadores de la catástrofe inminente, resumieron el efecto Gómez de la siguiente manera: «No hay más salida que unas elecciones generales anticipadas». Si hay dos Españas, una se frota las manos con la posibilidad, y la otra, se echa las manos a la cabeza.

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Reeducación

miércoles 22 de septiembre de 2010  

Administrar la escasez. Esa es, según los economistas, la única salida posible, tras haber gozado de unos tiempos insensatos en que se dilapidaba lo que nunca fue abundante. La ilusión de la sobreabundancia se esfumó, ahora sería deseable que nos enteráramos todos. A los pocos días de lanzar el Gobierno central sus medidas de recorte aún había quien echaba un pulso al Estado reclamando la construcción del AVE prometido: lo que era sin duda una falta de solidaridad con unas cuentas comunes que no cuadran se vendía a los cuatro vientos como una lucha por los compatriotas. ¿Pero quiénes son los compatriotas?

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El Odio

miércoles 15 de septiembre de 2010  

Los que acentúan la división entre personas de distinta ideología hasta hacer la convivencia insoportable, deberían pagarlo. Deberían pagarlo los que agitan la idea de que es imposible la amistad entre personas que votan a partidos enfrentados. Deberían pagar su enorme capacidad de hacer daño los que extienden la idea de que es imposible convivir con individuos de cierta religión. Deberían pagarlo. El 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos padecía la era Bush. El entonces presidente no se presentó de inmediato en la ciudad del atentado. La demora fue interpretada como falta de reflejos por unos y como rechazo a una ciudad en la que nunca se sintió querido por otros.

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En Misa

miércoles 8 de septiembre de 2010  

Tan acostumbrados estamos a que los partidos hayan acaparado los informativos que casi no percibimos que las noticias no son noticias sino un baile de declaraciones en las que el periodista más que contar asume el papel de sostenedor de micrófonos y, en ocasiones, ni eso: es habitual que los gabinetes de prensa de los partidos elijan los momentos estelares de los mítines para disfrute de los espectadores.

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Bicho Raro

miércoles 1 de septiembre de 2010  

A veces ocurre que tratando de calibrar cuál es mi opinión sobre un debate me doy cuenta de que pienso una cosa y su contraria, y esa falta de firmeza en un país donde solo cabe ser cristiano viejo o hereje me arroja a la condición de bicho raro. A principios de verano, cuando la actualidad política palidecía y España había decidido abandonarse a sí misma, saltó la liebre: el presidente tenía una favorita para la presidencia madrileña y deseaba que el actual candidato abandonara, sin rechistar, sus aspiraciones. Este periódico cedió sus tribunas a los defensores de uno y de la otra, y quien esto escribe, trató de decantarse preguntando aquí y allá, a expertos o a simpatizantes del PSOE. Para unos lo sensato era darle la oportunidad a un candidato que lleva años trabajándose el puesto; para otros lo sensato era poner a la cabeza a alguien con capacidad de arrebatarle el trono a la imbatible Esperanza.

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Buenas Notas

lunes 23 de agosto de 2010  

«Este artículo publicado en la revista ELLE se lo dedico a todos mis queridos amigos de esta página: gracias por vuestro cariño. Es eso lo que busco y me siento muy recompensada»
Elvira Lindo

Me pasa como a los niños, llega el verano y hago recuento, como si se acabara el curso, y aunque ahora no tenga que enfrentarme a la pesadilla de los exámenes y las odiosas notas, hay algo en estas fechas, al menos por mi parte, de boletín de calificaciones, de buenos o mediocres resultados; o bien, al estilo pedagógico que marcan los tiempos, de “progresa o no progresa adecuadamente”. Este curso escolar ha sido importante para mí, lo siento de manera intensa. He terminado un libro que, por razones diversas (el miedo y la temible dispersión) me ha costado mucho escribir: ¡cuatro años! Pero ya está aquí. Lo veré en septiembre en las librerías y sentiré alegría, vértigo, pudor y también una lejanía creciente: me irá dejando de pertenecer para ser de cada persona que lo tenga en sus manos. +

Por qué queremos a Chéjov

sábado 21 de agosto de 2010  

El último adiós a Chéjov estuvo marcado por un quiebro cómico. Su cuerpo inerte, procedente de un balneario alemán, entraba en la estación de Moscú en un vagón de ostras. Aquellos que le esperaban se equivocaron de muerto y se unieron a la comitiva que honraba a un general, con orquesta incluida. Su amigo, el escritor Máximo Gorki, lamentó que aquella anécdota tragicómica rubricara la vida de quien tanto había huido de la vulgaridad. Cierto, pero también lo es que la melancolía chejoviana está impregnada de ese humor con el que empezó a ganarse la vida, escribiendo historietas cómicas bajo el seudónimo de Antosha Chejonte. Él reivindicó la ironía tanto en los cuentos posteriores como en su teatro, luchando porque los actores interpretaran sin énfasis y sin olvidar que un aliento de comicidad vibra, como en la vida, por debajo de la tragedia. Chéjov no quiso verse nunca a sí mismo en el papel del muerto, sino en el del hombre que observa la comitiva fúnebre y reflexiona: «Mientras a ti te llevan al cementerio, yo me iré a desayunar». Un tozudo apego a la vida en quien estuvo esquivando el destino fatal de los tuberculosos durante un tercio de la suya.

La muerte de Chéjov en el balneario de Badenweiler ha sido una de las más contadas de la historia de la literatura. Los testigos, Olga Knipper, la actriz que consiguió acabar con su empecinada soltería, el médico del balneario y un estudiante ruso al que Olga pidió ayuda. El doctor, sabiendo que la muerte era inevitable, pidió una botella de champán. Chéjov apuró su copa y dijo, «hacía tanto que no bebía champán». Se recostó en la cama y cerró los ojos. La ligereza de la escena encajan bien con este hombre dulce, algo distante, «delicado como una muchacha», como lo definió Tolstói. El escritor Raymond Carver, que tanto debía al cuentista ruso, escribió un cuento, Tres rosas amarillas, en el que se narra esta escena de la muerte. El relato tiene tales visos de realidad que, otra ironía chejoviana, las biografías publicadas con posterioridad al cuento incluyen detalles inventados por el americano.

No es extraña la veneración de Carver hacia el ruso. Se podría afirmar que el país en el que de manera más profunda caló la prosa directa y pura de Chéjov fue Estados Unidos, donde lo prolijo y lo pomposo no gozan de prestigio. La falta de artificio y la nula idealización de los personajes son los pilares de esa plantilla que Chéjov dejó escrita para que sobre ella se escribiera el relato americano. Pero la admiración de los chejovianos hacia Chéjov no se detiene sólo en lo literario. Si Carver escribió sobre la muerte del escritor fue, probablemente, porque llevaba tiempo sumergido en las peripecias de una vida que estuvo marcada, desde su origen, por la rebeldía hacia lo que parece estar escrito sobre un ser humano desde el nacimiento. Chéjov, nieto de un siervo que compró su libertad, tuvo siempre una clara conciencia de que el escritor de clase alta da la libertad por garantizada, mientras que aquel que nace en la miseria ha de ganársela a pulso. Aquel hijo de tendero, tercero de seis hermanos, se convirtió en el cabeza de familia, estudió medicina para acabar practicándola de manera casi gratuita y empezó a ganarse la vida escribiendo de encargo y sin sentirse del todo parte del universo literario.

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El Pisito

miércoles 30 de junio de 2010  

No es que España gastara por encima de sus posibilidades, es que se ha comportado con una insensatez en el gasto público superior a países más productivos que el nuestro. Cuando hablo de gasto público me refiero, por supuesto, al injustificado, al caprichoso, al sistema que se sacó de la manga la necesidad de miles de asesores, que multiplicó los coches oficiales, que permitió que un alcalde ganara más que un ministro o que el mismo presidente, que sufragó gastos de expediciones absurdas al extranjero para llevar una política exterior dispersa y disparatada y subvencionó o transformó (para mal) todas las fiestas populares convirtiéndolas en el escaparate del partido de turno. En fin, en esa carrera del gasto superfluo España fue campeona y cada lector puede añadir un elemento más de despilfarro. +

© Elvira Lindo 2021