Constitución
Lo más desesperante de esta época es que acaban siendo fundamentales unos debates que son posiblemente accesorios. Desde hace un tiempo, al hilo del independentismo catalán, se viene repitiendo como un mantra que es urgente que se cambie la Constitución. Al parecer, si esa Constitución se cambiara, se solucionaría el encaje de Cataluña, se ampliaría el sistema de participación de los ciudadanos, se aliviaría incluso la crisis económica y, lo que parece más importante, se adecuaría la ley de leyes a sus contemporáneos, dado que alguien por ahí ha difundido la certeza (con gran éxito de crítica y público) de que las Constituciones tienen que renovarse casi al tiempo que las generaciones. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>