Humo
miércoles 5 de enero de 2011
Vaya por delante que pertenezco a ese tipo de personas que si se puede fumar un pitillo después de una cena se lo fuma, y que si está prohibido, se contiene. No lo cuento porque sea un hecho de interés general sino por aclarar dos cosas: no mantengo una posición fanática antitabaco, y me encuentro entre ese gran grupo de ciudadanos de carácter flexible, mucho más numeroso, por cierto, de lo que podría pensarse si uno diera crédito a la versión de que aquí hay dos bandos, el de los amantes de la libertad y el de los defensores de la salud.
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