Entre Todos
Los impulsos caritativos fueron engullidos hace tiempo por la acción solidaria. Se trató de un acto de justicia social. La palabra “caridad” en sí no tenía culpa, ni tan siquiera en su acepción de virtud teológica, dado que define el auxilio que una persona le presta a otra; pero las palabras se acaban definiendo por su uso, y la caridad tiene hoy la innegable connotación de ser un parche a los derechos humanos, nunca la solución a la desigualdad. Eso no quiere decir que la generosidad con el necesitado no sea admirable. Los españoles están dando en estos tiempos prueba de ello, incluso ha habido un aumento del dinero, según datos de la European Anti Poverty Network, que destina el ciudadano a fines sociales en la declaración de la renta. EL ARTICULO SIGUE AQUI >>