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El Cuento

miércoles 19 de enero de 2011  

Vivir del cuento. A eso es a lo que, al parecer, se dedican los descendientes de los escritores una vez que estos han muerto: a vivir del cuento. No un año ni dos, ¡70! Setenta años sin dar ni palo al agua. Así lo hemos podido leer varias veces en los últimos tiempos. Javier Marías salía al paso este domingo de esta afirmación convertida ya en lugar común defendiendo el derecho que iguala al creador con el resto de los trabajadores, aunque en el caso de la escritura o de la música las herencias tengan fecha de caducidad.

El artículo sigue aquí

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3 respuestas a: El Cuento

Tito Dice: miércoles 19 de enero de 2011

Una reflexión: no sé si te has parado a pensar en lo que ocurriría si en el mundo científico o industrial las patentes, que también protegen derechos de autor, se prolongaran hasta 70 años después del fallecimiento del inventor. Creo que actualmente esas patentes duran 20 años desde su inscripción en el registro correspondientes.
Un saludo,
Tito

Tito Dice: miércoles 19 de enero de 2011

Hola Elvira:
Intenté hacer un comentario hace una hora, pero no se ha cargado, debí hacer algo mal. Disculpa si sale repetido. Quería proponer una reflexión sobre el tema de la caducidad de los derechos de autor, que en el caso de los escritores es de 70 años tras la muerte del creador. ¿Te imaginas que hubiera plazos semejantes con las patentes farmacéuticas o industriales? Creo que actualmente la caducidad de las patentes farmacéuticas es de 20 años tras la inscripción en el registro correspondiente. ¿Te imaginas lo que habría pasado si la caducidad de la patente de la penicilina no hubiera tenido lugar hasta 70 años después de la muerte del Fleming? Murió en 1955. Calcula. ¿Deberían los herederos de los autores tener derechos indefinidos sobre los descubrimientos e invenciones, al igual que se tienen sobre las propiedades físicas, como las casas y los terrenos? Es lo que sugiere Marías en su artículo, al proponer la comparación. Si los derechos indefinidos valieran para los creadores artísticos deberían valer también para todos los demás, ¿no? ¿Te imaginas la magnitud del problema?
Saludos,
Tito

Mónica Dice: lunes 24 de enero de 2011

Publiqué un post en mi blog hablando del tema «Derechos de autor» y sin pretenderlo inicié un diálogo que es un perfecto ejemplo de lo que hablas en tu artículo.

Si sientes curiosidad y tienes tiempo para leerlo, aquí tienes el enlace.

http://piensoluegocontrolo.blogspot.com/2011/01/derechos-de-autor-o-trabajar-por-amor.html#comments

Un saludo,

Mo.

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