El Desapego
De nada sirve llenarse la boca con la palabra democracia si cuando te toca gobernar no te aplicas el cuento: los deberes democráticos conciernen a todos, pero más aún a quien manda. Los ciudadanos españoles hemos entrado en una fase de descreimiento en la clase política que puede degenerar, si alguna mente sensata no lo remedia, en un escepticismo total hacia el propio sistema. Cuando el presidente del Gobierno justifica que no haya una comisión de investigación que revele qué ocurrió en Bankia, porque no es el momento de hurgar en la herida del sistema financiero español, está multiplicando la desconfianza de los españoles, está agotando nuestra paciencia y provocando desesperanza. Está visto que este Gobierno ha decidido dar cuentas a Europa, a Merkel o al Banco Central Europeo pero a los ciudadanos nos ha mandado al cuarto a dormir, como si fuéramos niños que no tuviéramos edad para escuchar ciertas conversaciones y nuestra presencia sólo sirviera para empeorar las cosas.