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La Última

miércoles 25 de diciembre de 2013  

Tan bueno puede ser llegar como irse. Llegué a este espacio de 310 palabras hace 11 años. En estos 11 años me he esmerado por usar esas palabras para expresar más dudas que certezas. He tratado de dar mi opinión honradamente, aun presagiando en ocasiones que no sería bien recibida ni entre mis detractores ni entre mis amigos. He querido observar con respeto al adversario, aunque lo popular en nuestro país sea convertir al adversario en enemigo. He procurado no usar la columna como un púlpito, para eso ya están los gurús, los curas o los líderes, y yo no soy ninguna de esas tres cosas. He contenido mi ira, aunque sepa que la ira provoca más aplausos que la sensatez. He tratado de escribir en un tono de conversación, huyendo del griterío y de los puñetazos en la barra que tanto abundan. Eso sí, jamás he dejado de escribir lo que pensaba; habrá quien opine que he sido menos radical por aquello de no protestar por medio del insulto. Qué le voy a hacer. Todo esto no es algo que me haya propuesto: soy así, en esta columna y en la vida. Es posible que en ocasiones me pierda la buena educación, pero no puedo evitarla. Tampoco voy a pedir disculpas por ello.

He escrito sobre aquello que podía abarcar, jamás me he metido en asuntos que no controlara. Pero eso no me he librado de verme sacudida por unos cuantos líos, es algo inevitable: el que no se ve nunca en medio de una bronca es porque lo que escribe carece de importancia.
Me conformaría con pensar que gracias a alguna de estas columnas he provocado una conversación o he añadido un punto de vista algo original. Nada más que eso. Me voy de este rincón del periódico. Si viviera mi padre le tendría que explicar una y mil veces que no me han echado, que me marcho por voluntad propia. Él no lo hubiera entendido. Me habría dicho, ¿dejarlo, con la que está cayendo?

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23 respuestas a: La Última

Nuria Santurino Dice: miércoles 25 de diciembre de 2013

Querida Elvira, voy a echar mucho, muchísimo de menos tus columnas en El País, pero sé que aquí o allí seguirás escribiendo con la misma honestidad que caracteriza tu trabajo.
No lo dudes; has provocado muchos buenos ratos de conversación y también has añadido nuevas argumentaciones y giros inesperados a mi ideario singular.
Gracias!

Cristina g h Dice: miércoles 25 de diciembre de 2013

Bien que lo siento. Me lo pasaba pipa escuchándote en Asuntos Propios..me hacía gracia contrastar que pudieras hablar de todo y de nada.. Cuando se terminó el programa, poder leer tus artículos me permitía seguir abriendo una ventana a ideas llenas de frescura, y gracias al formato, bien argumentadas, con posturas claras y contundentes. Me acabo de sentar despues de celebrar la navidad con la familia, a abrir mi regalo del día: las páginas de opinión y me encuentro con este adiós. Lo siento, pero por experiencia ya sé que todo lo bueno se acaba. Buena suerte, Elvira Lindo. Vivo en Inglaterra….. Si un día pasas por aquí y necesitas que alguien venga a luchar con los malditos roedores manda un SOS. ¡¡¡Que vengo!!!!

Marisa Alonso Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Querida Elvira:
Seguramente le pase a muchos y no te resulte nuevo, pero hoy también te lo quiero decir yo: me gusta muchísimo tu visión del mundo, que siento que es la mía, aunque solo sea en mi mejor versión. Y admiro tu valentía, tu humor, tu humanidad, tu naturalidad, tu uso del lenguaje…
Mucha suerte, mucho ánimo, muchas alegrías en esta etapa que empiezas

Yolanda Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Jo!

Joana Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Qué va a ser de nosotros sin la chica más salada del periódico? Estimada Elvira, te deseamos lo mejor.

maria jose Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Querida Elvira, he disfrutado mucho contigo estos años, con tu verbo tranquilo pero incisivo, con tu sentido del humor y con tu sentido común, me has hecho hacerme muchas preguntas al respecto de ciertos temas y en muchos casos tus reflexiones y tus dudas me han abierto los ojos a otros puntos de vista creo que eso es la comunicación no quedarse con lo que uno piensa sino encontrar en el otro preguntas, respuestas, indicios de que hay otros planteamientos, otros razonamientos, y sumarlos, valorarlos pensar serenamente sobre ello. Muchas gracias por tu oficio y tu compañia durante estos años, y me alegra que sea una decisión unilateral, aunque con la que está cayendo voces como la tuya me parecen necesarias, porque no radicalizan ni exacerban, sosiegan . Un abrazo.

Natalia Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

¡¡¡¡Noooooooooooo!!!!

Jon Anzola Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Qué pena!. Me encantan las columnas y todo lo que escribe Elvira Lindo. A mí sus columnas de los miércoles siempre me hacían cavilar un poco, aunque coincidiera casi siempre con lo que decía. Echaré muuuucho de menos el hueco de los miércoles en EL PAIS. Un abrazo y gracias por tantas palabras llenas de ingenio, humor, talento y compromiso.

Estrella Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Como decía Yann Martel en su novela «La vida Pi»: «Toda la vida es un acto de dejar ir, pero lo que más duele es no tomar un momento para decir adiós.» Así que nada Elvira, buenos vientos te acompañen en esta nueva etapa.

Mónica Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Como lo digo lo siento: al leer la despedida, El País se me ha convertido en cualquier ejemplar agosteño, ligero, muy ligero. En total, un hueco.

Jesús Fernando Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

De verdad que me entristece mucho que no pueda volver a leer comentarios y opiniones con los que me sentía identificado en su mayoría. Opiniones desde mi punto de vista tan sensatas y que caen por su propio peso pero que son tan difíciles de leer o escuchar en otros periodistas. Parece imposible pero es así. No predomina el sentido común ni la voluntad de arreglar las cosas sino tirarse a la cara trapos sucios. Ojalá encontremos otras voces en las que poder mirarnos. Que te vaya bonito Elvira Lindo.

Pilar Martínez Dice: jueves 26 de diciembre de 2013

Pues una verdadera pena que dejes tu columna. Desde luego que has provocado más de una conversación. Aunque también yo soy de las que casi siempre coinciden con tus puntos de vista. Por suerte, nos quedan tus libros y tu blog. Un abrazo.

Hastaelgorro Dice: viernes 27 de diciembre de 2013

He leído la columna en el periódico y me ha sorprendido, sin embargo, hay un par de cosa que no tengo claras o desconozco. 1. ¿Dejas la columna de los miércoles o terminas completamente tu colaboración con el diario? 2. ¿Podrías aclararnos las razones de esta decisión? Un saludo.

David Dice: viernes 27 de diciembre de 2013

Empecé a leer tus artículos para preparar la selectividad (en Castilla y León es muy frecuente que alguno de los textos para comentar fueran tus columnas). Ya hace tiempo que quedaron atrás esos largos y entretenidos análisis de la forma y el contenido, pero he seguido leyéndote, no podía dejar de hacerlo, necesitaba esa dosis de cordura.

Espero poder seguir cerca de tus reflexiones, en este o en otros medios. Más en estos tiempos en los que tanto hace falta el pensamiento crítico y objetivo a partes iguales.

Mª Jesús Dice: viernes 27 de diciembre de 2013

Elvira, ante todo gracias por tu generosidad ,honestidad, además de por tu prosa tan limpia y fresca. Siento mucho tu despedida , que me obliga a dejar de leerte, aunque te buscaré y continuaré con la «buena» costumbre de seguir a aquellos que tienen algo interesante que decir, que ponen luz en cuestiones confusas y que no buscan el aplauso fácil, ni la bronca mediática. Gracias.

carlos h Dice: domingo 29 de diciembre de 2013

Nunca pude leer a Juanjo Millas, ni a aguilar ni a Maruja torres, y siempre busque el articulo de Elvira Lindo. Yo que me considero liberal, neo liberal, aunque el neo se usa para insultar, como lo de ultra, y por la pereza mental que es el prejuicio, en fin siempre aprecie la moderación. Me asuste pensar que te estabas conteniendo, y que eras capaz de las mismas estupideces, los mismos mantras de esta gente que nunca saca una bandera española, porque no tienen un concepto de Nación, ni saben que quieren para su país, que asumen siempre las tesís de los que odian a España, pues es esta la anomalía de la izquierda hispana, la que la distingue del resto de las izquierda, espero que no sea esa tu contención.

Carlos Dice: domingo 29 de diciembre de 2013

Recuerdo como si fuera hoy aquel día de aquel mes (no recuerdo exactamente cuáles) de la primavera de 1976 en que hicimos guardia toda la noche para, emocionados, bajar a comprar el primer número de El País. Entonces era estudiante en la Universidad, ahora estoy cerca de la jubilación.

Recuerdo cómo era una orgullosa proclamación de ideología el llevarlo bajo el brazo (con el logo bien visible) durante aquella época convulsa (aún estaba Arias de presidente del Gobierno): era «nuestro» periódico, el de los que queríamos romper con el pasado enrarecido y, El País en ristre, abrir la ventana para que entrara ese aire fresco que El País rezumaba por todos sus poros.

Desde Fraga (entonces «la calle, al menos la de Vitoria, era suya) hasta Tamames (entonces era un hombre de izquierdas), mucha gente diversa había colaborado en la salida de ese nuevo periódico que daba el pistoletazo de salida definitivo a un nuevo estilo de prensa diaria en España. Al mando de la nave, un falangista reconvertido, último jefe de informativos de TVE bajo el franquismo: Juan Luis Cebrian.

Han pasado ya muchos años, tal vez demasiados. Lo que fue ya no es, en aras a una modernidad que esconde la vuelta a lo peor de lo que configuraba la sociedad de hace un siglo. En el camino se han caído muchos castillos o a otros ya no les conoce «ni la madre que los parió». Y han arrastrado muchas ilusiones, muchas esperanzas, muchos derechos que creíamos consolidados, muchas libertades… y muchas personas.

El goteo de firmas que silenciosamente (sin un gesto de apoyo, de cariño, de solidaridad, de lanzar preguntas al aire) se están yendo del panorama de la intelectualidad española, de los creadores de opinión, es tan brutal que luego pasa lo que pasa: una sociedad que adora sus becerros de oro y que se fagocitara ante la mirada complaciente de los nuevos y tan modernos «capitalistas caníbales».

Hasta siempre

Manuhermon Dice: domingo 29 de diciembre de 2013

Gracias, por sus opiniones, siempre lúcidas y amables, por su sentido común bañada en sencillez, gracias por aportar, por tener un punto de vista diferente sobre los hechos, gracias por su ciudadanía ta necesaria en esta España de bárbaros.

Loreto Dice: domingo 29 de diciembre de 2013

Elvira, aunque no me conozcas, para mi eres como una amiga. Gracias por tu elegante crítica y por tu buen humor. Me siento muy identificada con tu forma de pensar y hablar. Entiendo que necesites irte un rato. No cambies, ¡¡¡wapisssma!!!

carlos Dice: domingo 12 de enero de 2014

Que lástima!! Te descubrí tarde pero ahora ya no me perdía ni una sola columna. Además, ahora que vivo en Canadá, me ayudaban a sentirme un poco más cerca de casa. Espero que no nos dejes del todo. Mucha suerte y ánimos. Y sobre todo, gracias!

Yago Dice: domingo 12 de enero de 2014

Hola Elvira, los miércoles a mí me empezaban asï: llegaba a la sala de profesores sobre las 7:30 o 7:40, encendía el ordenador y me leía tu columna. Así desde hace años. Esta semana tenía la curiosidad por saber quién te ha sustituido, y bueno, no la conocía. Vamos a ver. Te vi una vez en directo, en Buenos Aires donde pasé un mes de septiembre estupendo de vacaciones. En una librería pijísima de Palermo vi la presentación de «Lo que me queda por vivir», libro que he regalado a familares y amigas con mucho éxito, así que me has hecho quedar bien varias veces. Ya aquel día te referiste a tu colaboración del miércoles como «esa columnilla». No te lo tomé a mal, pero reconozco que me sorprendió, así se lo comenté a Soledad Gallego que te acompañaba. En fin, me estoy enrollando. Te deseo un buen camino. Saludos cordiales.

Miguel Ángel Dice: martes 18 de febrero de 2014

Eres una grande, soy estudiante de 1º de Bachiller y me encargaron hacer un trabajo sobre analizar la deixis en un artículo de opinión, pocos me convencían hasta que vi los tuyos y tras ello he estado leyendo los últimos que publicastes antes de marcharte, he coincidido en muchos artículos de opinión con tus puntos de vista. Lástima que dejes esto porque por supuesto que habría comenzado a seguirte, admiro mucho tu trabajo ojalá decidas retornar cuando las cosas vuelvan a su cauce 😉

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