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Tintos de Verano

lunes 31 de octubre de 2016  

Queridos amigos, estos días ha salido la primorosa edición que la editorial Fulgencio Pimentel ha hecho de todos los Tintos de Verano. Los cinco agostos (2000-2005) en un mismo volumen. Estoy feliz al tenerlo entre mis manos y asombrada del desparpajo y la libertad con que escribí esta suerte de comedia basada en mi propia vida.

http://fulgenciopimentel.com/libros/tinto-de-verano-rústica …

El Resplandor

viernes 27 de agosto de 2010  

«Esta tarde le he vuelto a leer este Tinto a Antonio, a él le gusta que se los lea ahora, pasado el tiempo, en voz alta. Y nos hemos reído como tontos, y felices»
Elvira Lindo

Dicho lo cual, se sentó en el poyete. Yo entré sigilosamente en su cuartillo para ver de qué se trataba y me quedé muerta: era una postal. Para la niña, que está en un campamento. A continuación transcribo el contenido: +

Papá, ven en tren

viernes 20 de agosto de 2010  

«Aunque parezca increíble, hay tanta verdad en este capítulo…»
Elvira Lindo

Esta mañana me llama mi padre y me dice que está escribiendo una carta al director. «¿Será elogiosa?», pregunto. Me contesta: «No, pero no te preocupes, que yo firmo con seudónimo». Menos mal que me explicó enseguida que la carta en cuestión era sobre la sección de Salud porque por un momento pensé que iba contra mí. No quisiera que acabáramos como Vargas Llosa y su hijo. Mi padre se pasa la vida indignado con la sección de Salud. Él se va a la cama todas las noches con su enciclopedia médica y, dado que posee, según él mismo afirma, una mente privilegiada, antes de que los científicos vayan, él ya ha vuelto. La indignación de mi padre era porque alguien ha dicho —según él, un ignorante— que el incienso es cancerígeno:

—Conste que a mí los efectos secundarios del incienso, hablando en plata, me la traen floja, porque yo no he pisado una iglesia más que en situaciones extremas, que si te casas y tal, esas cosas en que te ves involucrado, pero que no me venga ese científico con que el incienso mata, qué coño va a ser el incienso cancerígeno, ¿pero le ha visto ese tío la cara a un cura alguna vez? Hombre, por Dios. Si le dan ganas a uno de ponerse una mascarilla de incienso para vivir cien años.
—Bueno, ¿y yo qué quieres que haga? —le dije.
—Pues que llames a la sección de Cartas al director para que me publiquen la carta, porque si encima de que pierdo una hora escribiendo del incienso, que ya te digo, a mí ni me va ni me viene, luego no me la publican, sinceramente, es que ni me molesto. Pero con una llamadita, que tú digas, mi padre va a escribir del incienso, digo yo que si te dejan escribir tus chorradas será porque tienes mano. Y yo firmo, eso sí, con identidad ficticia, que no te quiero comprometer. +

Guindas al Pavo

jueves 19 de agosto de 2010  

«Otro de los personajes Tintorescos: Evelio, el albañil que pasó dos años con nuestra pareja de escritores. No hay familia verdadera que no haya convivido alguna vez en su vida con un operario»
Elvira Lindo

Evelio estuvo el año pasado en la Universidad de El Escorial. Pero dice que fatal, que mu mal rollo, que le llamaron la atención por cantar y que él sin cantar no se centra, y que le den por culo a las universidades, que a él le sobran clientes. Eso me lo cuenta Evelio mirándome las tetas, porque es tímido y le cuesta mirarme a los ojos. Clava la mirada en las tetas, y en esa extraña situación hablamos de la zanja que me ha abierto en la puerta. Evelio lleva tantos días con nosotros que ya no nos acordamos muy bien para qué era la zanja; desde luego, es una zanja más humana que las de Manzano (en las que puedes desaparecer para siempre), la de Evelio es peccata minuta, de salir de casa y partirte una pierna, no pasa de ahí. Cuando me contó lo de El Escorial, yo me mostré suprasolidaria: «Aquí puede cantar usted cuanto quiera». Así que Evelio pasa la mañana en la zanja cantando «Échale guindas al pavo, pavo, que yo le echaré a la pava». No se sabe más, y hay momentos en los que te entra un coitus interruptus brutal. +

La Mona Chita

miércoles 18 de agosto de 2010  

«Queridos amigos, aquí tenemos a nuestra pareja de escritores saboreando la magdalena del recuerdo… Qué tiernos»
Elvira Lindo

En principio este artículo tenía que tratar sobre los monos cocineros del zoo, esos que han aprendido a hacerse puré de verduras. Mi tesis giraba en torno a la idea de que no sólo la inventora de la papilla era una mona, sino que, según los expertos, son las monas jóvenes las más curiosas, y por ende, las más inteligentes, y son los machos viejos los más reticentes a las novedades. Entro en el despacho de mi santo para preguntarle si le parece un tema hermoso y, no sé por qué, le encuentro con el cable cruzado, me dice que no se me ocurra utilizar el tema «monos» de una forma simbólica, ya que ni él es un macho viejo ni yo soy una mona joven. Le perdono porque está mayor y con los años llegan las rarezas y porque comprendo que lo que verdaderamente le pone de mala leche es el ruido que llega desde el salón, donde nuestros machos jóvenes ven por vigésima vez El show de Truman, y repiten todos juntos los diálogos. +

Abuelito Dime Tú

miércoles 18 de agosto de 2010  

«No hay otro personaje como él: el padre de la escritora, el suegro, el abuelo… Tras los Tintos la gente quería conocerlo, incluso quisieron hacerle entrevistas en la radio, pero le mantuve alejado de toda notoriedad. !Sólo me faltaba eso!»

Elvira Lindo

Padre de Elvira Lindo

Llamo a mi padre que está enfadadillo porque dice que sólo escribo de mi familia política. Le digo anda, no te enfades, es que a ti tenía pensado sacarte cuando tocara el tema del genoma humano, algo a tu nivel.
—Ah, bueno, hija mía, es que ya pensaba «ésta escribe como si no tuviera padre». +

La Biodiversidad

martes 17 de agosto de 2010  

«No os creáis todo lo que escribo, que a mí me encanta el campo… rodeado de rascacielos. O sea, Central Park»
Elvira Lindo

Estoy espesa. Es que no he dormido demasiado bien estas noches por culpa de la biodiversidad. Cuando estoy a punto de caer en brazos de Morfeo, mi santo empieza su cacería de mosquitos (véase capítulo «El señor de las moscas»). Claro, eso ya me pone en un estado de cierta excitación, no precisamente sexual, que me impide volver a conseguir el momento alfa, y aun con todo, consigo volver a dormirme, pero es que en los últimos días un búho se me ha ido a colocar al lado de la ventana, y no es obsesión, pero hay veces que me parece que lo tenemos dentro de la misma habitación. Uh, Uh, Uh. Eso hace el tío durante dos o tres horas. +

Enanito

Pedorrismo Campestre

lunes 16 de agosto de 2010  

«Este artículo contiene una gran verdad: los amigos que tienen casa en el campo están locos porque vayas a pasar el día con ellos. Te ofrecen todo tipo de facilidades, coche, alojamiento durante varios días, tertulias hasta el amanecer… Y es que no me extraña, se aburre uno tanto…»
Elvira Lindo

Como estamos de vacaciones, sólo hemos dado nuestro número de teléfono a familiares y amigos íntimos. Conclusión: sólo nos llaman familiares y amigos, y eso, a mí personalmente, me deprime; a mi santo, personalmente, no le deprime nada, dice que aspira a que su vida sea así: sin amigos nuevos («¿Es que no nos molestan suficientemente los viejos?»), sin sobresaltos. Y para rubricar esta suavidad oriental en la que quiere mecerse, compró el esqueje de un manzano, lo plantó y me llamó todo orgulloso para enseñarme la ramita diminuta:

—Nuestro manzano —dijo—. Dentro de veinte años será de alto como tú. +

Cuerpo Glorioso

sábado 14 de agosto de 2010  

«Como yo estaba en el campo no tenía noticia de la repercusión que estaban teniendo los Tintos. Fue a la vuelta cuando hubo gente que me dijo que le parecían demasiado impúdicos. !Impúdicos! Puedo asegurar que si hubiera firmado con seudónimo me hubiera atrevido a mucho más»

Elvira Lindo

A lo tonto a lo tonto me he bebido una botella de vodka. No ha sido ni en un día ni en dos, cuidado, ha sido a lo tonto. Éstas son las consecuencias de aficionarse al Bloody Mary, que es una de esas bebidas con las que aquellos a los que el alcohol nos gusta regular, nos volvemos un poco borrachines. Pero siendo sincera yo diría que la culpa de mi afición al alcohol no la tiene el Bloody Mary, la culpa la tiene la Guardia Civil, y explico esta afirmación que de momento puede sonar algo temeraria de cara a un cuerpo que cumple un servicio a la sociedad. +

Vivan los mozos

viernes 13 de agosto de 2010  

«Algún lector me escribió defendiendo este tipo de fiestas salvajes a costa de los pobres animales. Pero, ¿cómo no tener la tentación de utilizar mi comedia por entregas para ridiculizar a sus defensores?»
Elvira Lindo

En realidad, estoy escribiendo esta columna de pura chiripa. No quiero decir que la columna me haya tocado en una rifa, aunque habrá algún capullo que piense que sí, lo que digo es que la vida da muchas vueltas y que ésta no era la verdadera vocación en mis comienzos. Yo siempre quise ser antropóloga para estudiar la idiosincrasia de los seres humanos desde su origen, pero como soy de Moratalaz (Madrid), pues es un handicap, porque allí los primeros asentamientos de seres humanos (incluyo a mi familia) se remontan a los años sesenta y no hay más que rascar. +

© Elvira Lindo 2021