¿Qué hay detrás de una actriz de talla internacional? ¿Cómo vive fuera de la pantalla? La escritora Elvira Lindo viajó a Londres en busca de la persona que se esconde tras un rostro de éxito. Éste es el relato de un encuentro que tuvo de todo. Incluso, tensión. Y un álbum de cómo Penélope Cruz ha crecido en las páginas de ‘EL PAÍS SEMANAL’.
Soy esa mujer que, arrastrando una de esas pequeñas maletas que no se facturan, entra en el hotel Cumberland y se queda un momento parada y confusa. Tiene ante sí uno de los lobbies más grandes que haya visto, con varias esculturas realistas y no desdeñables de un ejecutivo en diversas posturas, flotando horizontalmente, andando con su cartera en la mano, como si fuera cualquiera de nosotros, de los que hemos venido aquí, a este hotel funcional, con un propósito de trabajo. Por mucho que se viaje, la llegada a un hotel gusta y asusta en igual medida, y eso me pasa a mí con este lobby, que parece más un museo de arte contemporáneo por sus dimensiones que un hotelito inglés de aquellos que regentaban esas ancianas agathachristies de amabilidad inquietante. Ahora me explico por qué hay tantos viajeros andando de un lado a otro del recibidor arrastrando, como yo, la maleta: la recepción está en una esquina; la conserjería, en otra; la sala de Internet o la cafetería, más allá, y todo tan absurdamente lejos que acabas impaciente y agotada, cruzándote con clientes a los que mandan de un mostrador a otro, haciéndonos probar en nuestras carnes la posmodernidad decorativa. Pero no importa, no me importa; a esa mujer de la maleta que soy yo, nada la desalienta, nada, porque ha venido a conocer a esa chica de Alcobendas que a sus 34 años ha experimentado uno de esos viajes que dan para una historia de ficción o un libro de memorias: el que va de las peliculitas caseras que hacía su padre con una Betacam a las películas que acaparan una atención universal y graban el rostro de la joven en millones de mentes de todo el mundo. +