Frankenstein
«Pues sí, Bicoca era uno de esos personajes que caen bien porque están cargados de defectos y son completamente amorales. Fue un antecedente de Carmen Lomana, aunque en mi humilde opinión, Bicoca tenía más gracia. Los lectores adoraban a Bicoca del Fresno» Elvira Lindo
Bicoca dice que yo era más auténtica cuando era esa chavala de barrio que la seguía a todas partes como una perrilla fiel, con mis vaqueros raídos, mis camperas, mis chapas en la chupa, mi colonia del todo a Cien. Yo juro ante Dios que a mí Bicoca jamás me ha visto con chapas en la chupa. Pero últimamente le ha dado por ahí, y se lo suelta al primero que encuentra. Y encima hay cuidadanos (lectores de este periódico) que anhelan conocerla, que la tienen idealizada como a un personaje mítico. Va a una tienda y en cuanto dice, soy Bicoca del Fresno, se le abren las puertas, en los restaurantes le dan mesa, cuando la ven conmigo nos paran, le piden autógrafos. Es matemático: la gente ve a una rubia pepé de lámpara, puro pellejo, con unas gafas de Dior que le tapan hasta la boca, y unos morros saltones por las inyecciones mágicas del doctor Chan y dice: Bicoca. +