Queridos amigos, lo que empezó siendo un guiño a la página ha acabado siendo casi un acontecimiento virtual. Al hilo de la promoción de mi libro han sido varios los medios que se han interesado por este envío de fotos de lectores. Vuestra respuesta emociona y provoca simpatía. Formamos una pequeña comunidad donde… el humor y el debate nunca faltan y las fotos ponen caras a esos nombres que encabezan los comentarios. Nuestro Xavi, el secretario de la página, quiere darnos una sorpresa con esas fotos. Tenéis hasta el viernes si es que queréis estar incluidos en las imágenes – elviralindoweb@gmail.com. Un beso grande a todos de vuestra amiga, e.

Administrar la escasez. Esa es, según los economistas, la única salida posible, tras haber gozado de unos tiempos insensatos en que se dilapidaba lo que nunca fue abundante. La ilusión de la sobreabundancia se esfumó, ahora sería deseable que nos enteráramos todos. A los pocos días de lanzar el Gobierno central sus medidas de recorte aún había quien echaba un pulso al Estado reclamando la construcción del AVE prometido: lo que era sin duda una falta de solidaridad con unas cuentas comunes que no cuadran se vendía a los cuatro vientos como una lucha por los compatriotas. ¿Pero quiénes son los compatriotas?

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Una pena. Es algo que he comentado con periodistas de cultura y que he experimentado en primera persona: entrevistar a celebridades se ha convertido (salvo excepciones) en algo muy aburrido. Una pena, porque entre los sueños de todo joven periodista está el de penetrar en otras vidas, tener acceso a una parte del corazón y a un cuarto de trabajo, salirse de lo puramente profesional para dejar que el entrevistado divague y muestre algo de su alma. Pero no hay manera. Las grandes estrellas, bien parapetadas por representantes, agentes o jefes de prensa, imponen el cuestionario. Se someten durante tres días a una promoción agotadora, pero con la condición de que cualquier asunto personal sea eliminado. Los periodistas se colocan delante de ellos con la entrevista pactada y vuelven a las redacciones con ese triste material de trabajo. El resultado está a la vista de los lectores: pocas veces en la entrevista a una estrella se encuentra un tesoro. ¿Por qué los periodistas aceptan ese trato tácito, por cobardía? No necesariamente: las estrellas tienen poder.

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En la novela, Antonia recuerda a su madre. La recuerda cantando en la cocina por las mañanas, pero su voz se le pierde en la maraña del recuerdo, aquella voz que cantaba boleros… se transforma por las trampas de la memoria y se le confunde con la de una cantante de los años cincuenta, con esa Peggy Lee que canta de m…anera susurrante «Black Coffee», una canción sobre la vida solitaria y casera de aquellas mujeres»

En la novela, Antonia recuerda a su madre. La recuerda cantando en la cocina por las mañanas, pero su voz se le pierde en la maraña del recuerdo, aquella voz que cantaba boleros… se transforma por las trampas de la memoria y se le confunde con la de una cantante de los años cincuenta, con esa Peggy Lee que canta de manera susurrante «Black Coffee», una canción sobre la vida solitaria y casera de aquellas mujeres»

Queridos amigos, ayer por la noche en Donosti varias personas me dijeron que iban a mandar su foto. Me parece un detalle tan especial por vuestra parte que os hagáis fotos y las mandéis que no sé cómo agradecerlo. Es tan poco habitual que en torno a un libro se cree una congregación de lectores tan afectuosa… Much…a gente de la radio, de laprensa o de la tele me lo está comentando. Y yo siempre digo, mis lectores tienen un gran sentido del humor, porque aquí no se trata de hacer publicidad de la novela, se trata de enviarme un abrazo y de que todos nos veamos las caras. Me lo paso estupendamente viendo vuestros retratos. Recordad que los podéis mandar a elviralindoweb@gmail.com. Ah, os iré diciendo las ciudades donde voy a ir haciendo presentaciones públicas. La próxima es Sevilla el día 27. Nuestra Carmen Ruiz leerá un capítulo de la novela. Vuestra, e.

Elvira Lindo: ‘Hoy me siento con capacidad para decir lo que quiero’
Europa Pres

Elvira Lindo dice que «en la vida no hay que ser mansos, es mejor probar y equivocarse»
EFE

Elvira Lindo: ‘No es una autobiografía, pensar esto le quita valor a mi trabajo»
ABC

Elvira Lindo desgranará en Donostia ‘Lo que me queda por vivir …
Diario Vasco

Creo que a la novela de Elvira Lindo («Lo que me queda por vivir», Seix Barral) le viene como un guante aquella frase de «Primavera con una esquina rota», de Mario Benedetti:
El Mundo

Elvira Lindo: «Hay mucha cursilería sobre la maternidad»
La Razón

Nunca me he reído a mandíbula batiente leyendo salvo contigo. No nos quites eso en las obras que escribas. Tú ya tienes tu sitio en la gloria de las letras. Cuando Virginia Woolf escribió «Una habitación propia», pensaba en ti. ¿En Lo que me queda por vivir hay de esa risa?

Querido o querida Manchuria, la ironía está en todo lo que escribo, es algo inherente a mi personalidad, no puedo evitarlo, pero… no podría decir que hay risa en este libro. Es bastante melancólico. No me gusta verme atada a un género. besos

Te sigo por Facebook. Soy fan de los grupos de «Señoras que…», me parece que todo este movimiento tiene mucho de creatividad en explosión incontrolada ¿Qué te parecen? Me encantan tus fotos en Facebook y los comenatrios que haces. Gracias.

Gracias, Chealsea. Los grupos de Señoras son increíblemente ingeniosos. No sé a quién se le ocurriría el primero pero fue, sin duda, un genio. Mi página del facebook es muy activa, sí, y nos gusta tener contentos a nuestros amigos, que sepan que estamos ahí. Por eso es tan tan visitada. Besos

¿Por qué la frase que acompaña a este libro pone que es lo más personal que ha escrito hasta el momento? ¿Qué quiere decir con ello? Gracias

Querida Virginia, imagino que al decir esto me refería a que la voz que narra es muy parecida a la mía, y el mundo que se cuenta es un mundo, un ambiente que yo he vivido. Gracias

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Los que acentúan la división entre personas de distinta ideología hasta hacer la convivencia insoportable, deberían pagarlo. Deberían pagarlo los que agitan la idea de que es imposible la amistad entre personas que votan a partidos enfrentados. Deberían pagar su enorme capacidad de hacer daño los que extienden la idea de que es imposible convivir con individuos de cierta religión. Deberían pagarlo. El 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos padecía la era Bush. El entonces presidente no se presentó de inmediato en la ciudad del atentado. La demora fue interpretada como falta de reflejos por unos y como rechazo a una ciudad en la que nunca se sintió querido por otros.

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Entrevista de Paula Corroto (Público)
Una mujer joven camina por Madrid con un niño pequeño. La ciudad vive la efervescencia de los ochenta, pero esta mujer no se siente en el centro de la Movida. Está confusa. Este atribulado personaje, que nació de un relato titulado El huevo Kínder, es el protagonista de la última novela de Elvira Lindo (Cádiz, 1962), Lo que me queda por vivir (Seix Barral), una historia llena de tintes autobiográficos que retrata de forma intimista aquella década. Es el regreso de la escritora tras la aclamada Una palabra tuya.

08 -Para escribir esta novela ha hecho un viaje por sus recuerdos. ¿Por qué esta mirada hacia sí misma?

Fue un viaje hacia cómo creo que se vivía la experiencia de la juventud. Pero esto no ha sido sólo ponerse a recordar. Para narrar esta historia tenía que hallar una voz íntima y verdadera, y yo tenía la mía. En el libro están cambiados los recuerdos y hay personajes que nunca existieron, pero sí expresa mi estado de ánimo de esa época.

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