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Humo

miércoles 5 de enero de 2011  

Vaya por delante que pertenezco a ese tipo de personas que si se puede fumar un pitillo después de una cena se lo fuma, y que si está prohibido, se contiene. No lo cuento porque sea un hecho de interés general sino por aclarar dos cosas: no mantengo una posición fanática antitabaco, y me encuentro entre ese gran grupo de ciudadanos de carácter flexible, mucho más numeroso, por cierto, de lo que podría pensarse si uno diera crédito a la versión de que aquí hay dos bandos, el de los amantes de la libertad y el de los defensores de la salud.

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Hijos en propiedad

domingo 2 de enero de 2011  

«¿Qué tal el colegio?», le preguntas al hijo de algún conocido. Y entonces, antes de que ese niño logre vencer su barrera de timidez y contestarte, hay una madre o un padre que responde: «Pues estamos muy contentos porque íbamos un poco flojillos en matemáticas, pero, como nos hemos esforzado, al final, lo hemos sacado. Así que estamos la mar de contentos». Soy muy sensible a la ñoñería, cuando escucho ese plural maldito somatizo la gran incomodidad que siento y noto que parpadeo demasiado por no saber bien adónde mirar para escapar de la vergüencilla ajena. Es curioso, ese plural se empleaba cuando los niños eran muy chicos y no sabían expresarse, y bien estaba que así fuera: era una manera de que los niños aprendieran cómo responder a las preguntas de los desconocidos. Lo tremendo es que ahora ese plural que convierte a un hijo en un mero apéndice de sus padres se prolonga en algunos casos incluso cuando la criatura ha comenzado la universidad. Los hijos se acomodan a no responder y dejan que sean esos padres inefables los que respondan por ellos.

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Lo Inviable

miércoles 29 de diciembre de 2010  

A raíz del cierre de CNN +, un canal en el que se podía escuchar a seres humanos debatir de asuntos de actualidad sin esa ira que ha convertido la tertulia en espectáculo, mucha gente que conozco ha comentado la orfandad ética y estética en la que nos va dejando un presente en el que solo tiene derecho a existir aquello capaz de competir con lo masivo. Hace años, los teóricos de la comunicación auguraban un futuro en el que tendrían cabida canales especializados que satisfarían las necesidades culturales concretas. El tiempo les ha dado la razón solo en parte: muchos medios pequeños subsisten siempre y cuando colmen los apetitos de los grupos de presión a los que se dirigen; sus espectadores buscan reafirmar su fanatismo más que informarse o ampliar conocimientos sobre sus aficiones.

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Justicia Póstuma

domingo 26 de diciembre de 2010  

Hay algo obsceno en estos tiempos. Algo obsceno que sobrevuela tertulias, comentarios, columnas. No sabría definirlo. Se trata de la alegría con la que algunos reciben el caos, la penosa situación económica, los aires de fin de fiesta. Hay algo obsceno en la manera en la que algunos dibujan un país catastrófico, en cómo parecen recibir el desastre con alegría. Hay algo obsceno en la manera en que toman los malos resultados educativos, el número de parados o la amenaza económica y lo amasan todo, modelan una bola putrefacta y se la van lanzando unos a otros. No saben que su juego infecta el aire, que inocula miedo, nos hace vivir en una inquietante provisionalidad. No es que reclame un optimismo bobalicón, pero no soporto el pesimismo de aquellos que se divierten presagiando la caída por el abismo de un pueblo entero. A no ser que ganen los suyos, entonces ese mismo pueblo comenzaría su ascenso hasta llegar a la cumbre. Nos han acostumbrado a juzgarlo todo tan en clave partidista que no nos dejan ver más allá de la derrota de unos o de la victoria de otros. ¿Qué hacer ante esta situación que sobrepasa nuestra capacidad de juicio? Nuestra mente no da para comprender el mundo. Tal vez lo entiendan los filósofos, los politólogos, los expertos en lo abstracto, pero esta realidad no está hecha para mentes como la mía. Huyendo de la confusión reinante procuro centrarme en lo concreto: en mi oficio, en unos diálogos que escribo en mi mente con la ilusión de que en 2011 lleguen a la boca de unos cuantos actores, en la cena que se cuece lentamente mientras escribo este artículo. Dicen los neurólogos que la atención al presente concede más paz de espíritu que el andarse por las ramas del futuro. Me centro en mi trabajo y en la observación del trabajo de otros. Las personas que aman su oficio tienen sobre mí un efecto balsámico. Hace cosa de un año la traductora Marta Rebón y yo hablábamos del único futuro que tiene sentido: el que llegará cuando finalice un proyecto al que le estamos dedicando el alma.

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Alto copete

sábado 25 de diciembre de 2010  

«Queridos amigos, qué bien lo he pasado con vosotros en este 2010. Espero que la página os haya entretenido tanto como a mí. Hemos tenido de todo, polémicas, solidaridad, risas y mucha vitalidad. Sigámonos haciendo compañía en 2011, que esta página se convierta en un lugar cálido al que acudir diariamente. Os regalo este artículo navideño, que ya es un clásico»

El día debería ser más corto. Lo pienso cuando bajo los efectos del jetlag me levanto a las cinco y media de la mañana y me entra un desconsuelo que sólo se me ha de curar tomándome un café con porras. Me tiro a la calle y este frío americano que hace en España me muerde la cara. Cerca de casa tengo tres baretos que abren de madrugada: “El Torrezno”, “Alto Copete” y “El encierro”. +

 

Felices Fiestas

jueves 23 de diciembre de 2010  

«Queridos amigos, mirad qué felicitación tan preciosa ha preparado Xavi, el Chavo. Os deseamos una Feliz Navidad. Estamos muy orgullosos de la página y gran parte del mérito es de vuestros comentarios. Besos de vuestros, Xavi y Elvira»

Elvira Lindo, premio ‘El Público’ 2010 por Lo Que Me Queda Por Vivir

jueves 23 de diciembre de 2010  

Europa Press
Sevilla, 21 Dic.

El jurado de la XII Edición de los Premios ‘El Público’, el veterano programa de Canal Sur Radio, reunido en Granada, ha decidido otorgar a Enrique Morente el Premio Especial de Canal Sur Radio en los premios de ‘El Publico’ 2010, que se entregaran en Granada el 19 de enero, como premio de Flamencoradio.com «en homenaje a este gran artista desaparecido», señala el acta.

Además, según se ha indicado en nota de prensa, el jurado –reunido en el Restaurante Chikito y presidido por el director de Canal Sur Radio, Joaquín Durán– ha concedido el Premio Trayectoria a Miguel Ríos, «por su dilatada y creativa carrera llena de compromiso personal y artístico, que ha roto fronteras interiores y exteriores. Todo ello en el año que ha anunciado su retirada de los escenarios».

Asimismo, el jurado ha otorgado el Premio El Público de las letras a la gaditana Elvira Lindo, «por su reciente novela ‘Lo que me queda por vivir’, «como una rara historia de la transición, desde la perspectiva de una mujer sola». El Premio de las Artes Escénicas se ha concedido a Miki Leal, «un pintor sevillano que ha expuesto en todo el mundo. De gran impacto visual se siente, desde la vanguardia, seguidor de los grandes clásicos como Velázquez, Zurbarán, etcétera.»

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Elvira Lindo en Málaga

miércoles 22 de diciembre de 2010  

Artículo de Jesús Zotano
La Opinión de Málaga

El ciclo de actividades con las que se conmemora el Día de la Lectura contó ayer en Málaga con una invitada de renombre: la escritora Elvira Lindo. La autora de Manolito Gafotas mantuvo ayer un encuentro por la mañana con los alumnos del IES Litoral, mientras que por la tarde se citó con un grupo de lectores adultos en el Museo Picasso Málaga.

El objetivo de esta celebración, promovida por la Junta de Andalucía a través del Centro Andaluz de las Letras, no es otro que fomentar los hábitos de lectura, sobre todo entre los más pequeños. Para Elvira Lindo, leer es importante, pero no tanto como la educación que los niños reciben de padres y profesores. «Lo básico es que los niños tengan una educación. Me preocupa más la educación en España que la lectura. Me preocupa más que los estudiantes salgan de los institutos con una buena educación. He conocido ciudadanos estupendos que no leen demasiado. Se puede ser buen ciudadano sin ser un gran lector. Estoy de acuerdo en que hay que fomentar la lectura, pero antes hay que mejorar la educación», apuntó la escritora, que considera normal que los índices de lectura sean bajos.

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Diario Sur: «Elvira Lindo: «Me preocupa más la educación que los índices de lectura»

Sospechas

miércoles 22 de diciembre de 2010  

Si hay alguien que debería mostrarse decepcionado por los hallazgos de Wikileaks es aquel que posea una mente conspirativa. Detrás de este goteo diario de valoraciones diplomáticas «secretas» que ya seguimos como si fuera un serial presumimos que hay mentes capaces de componer atinados retratos psicológicos, con un conocimiento nada desdeñable de los países en los que tratan de influir y un espíritu diligente. Pero nada que nos confirme que Elvis vive, que llega la fecha de descongelación de Walt Disney o que cierto día de septiembre ningún judío acudió a trabajar a las Torres Gemelas. Lo que vienen a confirmar los papeles de Assange son las sospechas que los ciudadanos sensatos tenemos acerca del poder: que una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa y que el ciudadano debería ser siempre más desconfiado con las posturas populistas.

Leo hoy las informaciones sobre el debate de la ley antidescargas y sospecho que si la mayoría de los partidos no la apoya no es por principios (lo entendería) sino por no comprometerse con un asunto tremendamente impopular.

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Mar de Dudas

domingo 19 de diciembre de 2010  

Hay personas a las que no les cabe la menor duda. Tiene su lógica. Son personas tan sobradas de razones que no tienen sitio en su cerebro para albergar una duda, por muy pequeña que sea. A ese tipo de personas las llevo rehuyendo desde niña. En mi juventud me acomplejaban; ahora, me aburren. Fundamentalmente. Creo que a ese tipo de personas se las observa con más claridad cuando se llega a la madurez: tienes la oportunidad de ver cómo actúan en un ciclo de vida amplio. A mí me ha dado tiempo, por ejemplo, a tener que soportar la intransigencia de un militante de izquierdas y ver a ese mismo individuo, años después, transformado en un intransigente de derechas. Se diría que es un cambio radical; pues bien, hace tiempo que llegué a la conclusión de que en esas personas nada cambia: defienden con la misma furia lo que piensan en cada momento y adoptan el mismo sarcasmo cruel hacia el adversario. También hay derechosos que a la vejez se volvieron de izquierdas, pero eso fue, por razones obvias, más propio de los últimos años del franquismo. No me refiero a los chaqueteros. Al chaquetero se le presupone un afán práctico, oportunista. A este individuo hinchado de certezas, al poseedor de la verdad, no le hace falta que sus ideas sean populares, incluso en ocasiones se recrea en sentirse perseguido o ninguneado. El fanático necesita una dosis de paranoia.

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© Elvira Lindo 2021