¿Qué está ocurriendo para que las agresiones sexuales perpetradas por menores en manada se sucedan en los informativos? Las causas, como bien dice quien de esto sabe, son múltiples, aunque el otro día el psicólogo Francisco Villar apuntaba a las redes sociales. Lo hacía señalando las causas del suicidio juvenil, pero se refería a cómo en general la colonización de las mentes juveniles por las pantallas está teniendo efectos perniciosos contra los que no estamos luchando con la vehemencia precisa. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Nos encontramos con que hay un mensaje pedagógico para adultos, a veces cómico, otras institucional, que nos insta a repetir curso porque parece ser que estamos practicando sexo sin tener el título de manipulación de órganos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Hay quien parece no entender que el feminismo no obedece a un manual de buen comportamiento ni a un catecismo, y que hay asuntos en los que podemos no estar de acuerdo y eso no debiera calificarnos como enemigas. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Hoy percibo a mi alrededor una obsesión enfermiza por preparar a los niños para la gran competición futura en el mercado laboral. Fue algo de lo que oí por vez primera en Estados Unidos y que me resultaba asombroso: niños en la casilla de salida desde preescolar. Siempre ocupados como ejecutivos con las materias extraescolares EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Al menos en el tiempo que dura la lectura de un libro, a todos nos gusta estar libre de convenciones y ataduras. Qué sería de Pippi o de Babar si no quedara constancia de su orfandad desde la primera página. Qué sería de Dahl sin esa crudeza sarcástica que sin duda se desarrolló en los espantosos años de internado inglés alejado de una madre de la que creía sentirse más cerca al asomarse a la ventana. Pobre chico. La rabia y el humor para sobrevivir nació ahí. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Los logros de un Gobierno, de este primero de coalición, pueden quedar sepultados por el empeño de sus miembros en resaltar las discrepancias, por hacernos creer que son insalvables y les conducen a un divorcio seguro. Desde un punto de vista adulto, no se acaba de entender. O son tan insensatos como para no importarles arruinar la cosecha o tan malos calculadores que creen que sobrevivirán por sí solos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Como conocía su caserón serrano, lo puedo imaginar. Lo veo presentir con la peculiar lucidez de los moribundos el paso de sus perros; lo veo dormitar con el gato acurrucado contra su cuerpo, dándole ese calor reconfortante que solo los animales proporcionan; lo veo rodeado de infinidad de cachivaches que han tenido que ver hasta hace bien poco con sus rutinas de hombre hacendoso, poseedor de una tendencia tenaz a ensimismarse en sus aficiones. El hombre viejo que es consciente de estar viviendo sus últimas horas siente la necesidad de ser fiel a sí mismo hasta el último aliento y le pide a su esposa, Lali, que le traiga un cuaderno y un boli. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Aquí tenéis la portada de En la boca del lobo. Estaba impaciente por mostrarla. Me resultará difícil hablar sobre la novela porque no quiero desvelar los secretos que marcan la vida de dos personajes, Julieta y Emma, de los que me ha costado mucho desprenderme.
El 29 de marzo ya serán vuestros. Nunca he escrito nada igual. Novela de misterio con gran influencia de los viejos cuentos.
Fue, sin duda, Mary Shelley una anticipada a la idea progresista, ahora en desuso, de la reinserción o como queramos llamar a que los individuos que han delinquido gocen de segundas oportunidades. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
Ser malo en solitario requiere esfuerzo, decisión, empuje. En cambio, ser una mala persona dejándose arrastrar por un brote de maldad colectiva puede ser hasta gustoso: excusados de asumir una responsabilidad que queda diluida podemos relamernos con el espectáculo de la desgracia ajena. Es probable que usted lea estas palabras y se coloque de inmediato al lado de los que jamás harían daño a una mosca; así suele ser, nos creemos libres de pecado y alineados siempre en el equipo de los buenos, de la misma forma que a nuestros hijos los imaginamos como víctimas de acoso pero jamás como acosadores. Procuramos vivir con la conciencia tranquila. Y, sin embargo, las cuentas no salen. Habiendo mala gente que camina y va apestando la tierra, habría que considerar que en algún momento nosotros hemos frecuentado el sendero del mal.