miércoles 11 de noviembre de 2015
No hay partido político ni medio de comunicación que no quiera estar presente en una manifestación contra la violencia de género. No faltan editoriales, declaraciones públicas ni ceños fruncidos. Y es lógico. ¿Qué organización, qué líder no se sumaría en estos momentos a la repulsa unánime contra estos crímenes dictados por el desprecio a las mujeres? EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
sábado 7 de noviembre de 2015
Todos los artículos deberían tener una segunda parte. La primera siempre queda incompleta. Me doy cuenta cuando recibo los comentarios de los lectores. En mi descargo diré que en 800 palabras no me caben todos ustedes con sus insustituibles experiencias particulares. Tampoco se pueden introducir todos los matices que una desearía. Escribí, por ejemplo, hace cosa de un mes una columna titulada La maternidad, años después, donde recordaba que ser madre o ser padre no es patrimonio exclusivo de los que tienen bebés o niños chicos, aunque sólo sea eso lo que aparece en la prensa o aunque haya madres en este caprichoso presente que, con su fervor sin descanso, crean que han descubierto la verdadera maternidad y que lo anterior fue una chapuza protagonizada por mujeres desnaturalizadas que dejaban a sus bebés en manos de terceros. A los pocos días, Rosa Montero publicó en El País Semanal una columna, Tan completa o tan incompleta, que yo hubiera firmado si se hubiera tratado de un manifiesto, aunque ella no haya tenido hijos y yo sí. Tan completa pueda sentirse una mujer que ha tenido descendencia como la que no, aunque las mujeres nos veamos en la absurda obligación de explicar o justificar el hecho de no haber sido madres. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
jueves 5 de noviembre de 2015
Me gustaría ser de un país que hubiera superado su etapa adolescente. Me gustaría ser de un país que no anduviera todavía a estas alturas buscando su definición. Me gustaría ser de un país del que el pueblo no exhibiera su orgullo pero tampoco su vergüenza. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
sábado 31 de octubre de 2015
Lo que en los años ochenta, década que quedó solemnemente inaugurada con el estreno de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, vino a significar ser una chica Almodóvar no es algo que pueda explicarse en un artículo, más bien merecería un ensayo que podría escribir en primera persona cualquiera de aquellas jóvenes que, de pronto, vieron en las mujeres almodovarianas un ejemplo a seguir. La palabra “ejemplo” es, sin duda, chocante porque si por algo nos seducían los personajes que encarnaban las actrices de Pedro Almodóvar era por representar el antiejemplo de la buena chica. Cada una de ellas ajustaba su credo a las necesidades más perentorias y justificaba sus actos, cualesquiera que fuesen, desde amar al hombre que la rapta a matar al marido, por obedecer las reglas de la pasión y no de la sensatez. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
sábado 31 de octubre de 2015
Los que la queremos, ¿por qué queremos tanto a Ana Blanco? Lo expresaré con una frase escueta y simple: porque su imagen representa mejor que cualquier otra el espíritu de la televisión pública. Su figura es lo mejor de esa tele que casi hemos perdido pero que ella, con su sola presencia, mantiene en pie. Queremos a Ana porque su estilo es discreto, no tiene nada que ver con la televisión actual del espectáculo, no es una estrella, nadie la toma como tal, no se comenta en las tertulias políticas ni en las columnas ni se cuchichea lo último que ha contado Blanco en las noticias, porque Ana presenta con la misma tranquilidad y dulzura todos los días, ahora por las noches. No llama la atención nuestra dama por un estilo peculiar de vestir: ella va maqueada como una profesional que trata de pasar desapercibida, sin aspavientos ni escotes, sin cortes de pelo radicales. Su aspecto es casi idéntico al que mostró hace más de veinte años, cuando su cara de niña algo asustada apareció por vez primera en pantalla. La mirada de Ana no se distingue por su intensidad, esos ojos castaños se posan sobre nosotros como si su dueña estuviera resignada a ser la transmisora de las tensiones, los desacuerdos y las desgracias. EL ARTÍCULO SIGUE AQUI – >> http://elpais.com/elpais/2015/10/29/estilo/1446143148_412686.html
miércoles 28 de octubre de 2015
Imagínese que en una reunión de amigos uno de los comensales, de pronto, se torna grave y pregunta: “¿Hay entre vosotros alguno que se haya visto abocado a pagar en negro?”. Más que caer como una bomba, más que hacerse un silencio culpable, lo que harían los amigos del inquisidor sería preocuparse seriamente por si ha tenido un lapsus de memoria. En España, la pregunta sobra. Pero lo que de verdad sobra es el juicio moral a quien contesta la verdad: que sí. ¿Y quién no? Nada más detestable que la hipocresía de los que niegan lo obvio: ¿me podrían explicar los que andan santiguándose cómo podrían subsistir los andaluces, con el índice de paro que padecen, si no hubiera trabajillos en negro? EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
sábado 24 de octubre de 2015
Pertenezco a esa generación que cuando le decía a una madre que quería un perro, ella contestaba sin rodeos: «Bastante tengo con vosotros». Nosotros. En cuatro palabras eras informado de que no, de que nunca, de que tu vida no era una serie americana y de que siendo niña integrante de una familia numerosa te podías poner a la cola para que se te comprara, ¿un perro?, vamos, anda: una trenca. Pertenezco a esa generación que aún veía a los gatos como bichos salvajes, habitantes de la intemperie, visitantes furtivos de los patios a los que acudían para comer las sobras a cambio de acabar con los ratones de las cambras, de los sobrados. Pertenezco a esa generación de niñas que, aun estremecida por la crueldad de los mozos con los toros embolaos, había sido educada para observar sin juzgar la brutalidad de los hombres y de los aprendices de hombres. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
jueves 22 de octubre de 2015
Escribir una columna sobre el encuentro, no debate, de Iglesias y Rivera en un bar de Barcelona, por más que la jauría tuitera se empeñe, no puede despertar apasionadas reacciones: el anunciadísimo encuentro de los dos titanes, triunfante desde luego en el ranking de audiencias, no cabe juzgarse sino como una audacia televisiva consistente en convocar a dos rivales de la nueva hornada para que den una lección de buenos modales a la vieja escuela. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
sábado 17 de octubre de 2015
El cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, ha hablado, y por la importancia que los medios han concedido a sus palabras se sobreentiende que el peso de la Iglesia católica sigue situándose mucho más allá de lo que sus pastores predican en su espacio natural: el púlpito de los templos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>
miércoles 14 de octubre de 2015
El lenguaje se infecta. Lo infectan a menudo los políticos y lo infectamos quienes hablamos o escribimos en los medios. Nuestro vicio por una jerga que encubre a menudo un rechazo por la claridad acaba trufando el lenguaje común. Como resultado, a veces hablamos de asuntos cotidianos como si estuviéramos en una tertulia televisiva o haciendo declaraciones en el telediario. EL ARTICULO SIGUE AQUI ->>