Lo Que Me Queda Por…
«No soy la más adecuada para hacer la crónica de la presentación del libro en el Ateneo de Madrid. Estuve todo el tiempo como si volviera a mis años de la radio y tuviera que medir el tiempo. Dicen que mientras charlaba con Antonio miré el reloj varias veces. Claro, ahí me salió la «chica» radiofónica que llevo dentro. Creo que el acto quedó bonito. Distinto. Dos vídeos, el que habéis visto de Miguel y María, uno de Xavi que veréis pronto, la lectura de María Pujalte, la charla de Antonio y mía, y el broche de oro de mi admirado Poveda.
La gente fue muy cálida, muy cariñosa. No era un acto social, fue una reunión de lectores, de amigos. Qué buen ambiente se respiraba. Tras el acto, la editorial invitó a todos los que habían participado en la presentación a tomar unas tapas en La Ancha. Y allí, como suele ocurrir cuando estoy yo por medio, la cosa se volvió absurda, divertida y ligeramente desmadrada. Nos hicimos fotos, pusimos caras atroces y posamos como si fuéramos modelos de quinta. Bebimos, claro, comimos croquetas, !claro!, y yo, sobre todo, abracé mucho a Miguel Poveda (se deja y me aprovecho). Xavi lo recogió todo con su cámara. Ya tuve que decirle, «!por Dios, Chavo, no me fotografíes más!». También estaba la cantaora Carmen Linares, amiga, dama damísima del flamenco y una cómica en cuanto el ambiente se relaja.
Me encantó que fuera una copa entre amigos, entre literaria y flamenca, entre amistosa y familiar. Me di cuenta, mientras lo vivía, que estábamos construyendo un recuerdo precioso para el futuro».
Elvira Lindo