«Creo que el público que asistió al Cervantes de Nueva York lo pasó muy bien, pero no soy yo quien debería decirlo. Conté una historia muy personal, la de los acontecimientos que me llevaron a escribir la última novela, «Lo que me queda por vivir»; luego, Carmen leyó nuestro Huevo Kinder y emocionó al respetable. Fue muy cálido, entre… amigos, algunos de esta página. Y, para culminar la velada, tomamos una hamburguesa… Pero de eso hablaré el domingo. besos»

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