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La Duquesa del Pueblo

domingo 9 de octubre de 2011  

Hay mañanas en las que todos los periódicos se parecen. Los carcas, los amarillistas, los beatos y los socialdemócratas. Todos ellos, tan habituados a discrepar en titulares y fotos de portada, en ocasiones se dan la mano en el empeño de señalar lo que ha sido una fecha histórica. Son mañanas felices esas en las que los directores de uno y otro signo, de su padre y de su madre, escorados a la izquierda, al centro o a la derecha, se ponen de acuerdo en que hay un acontecimiento que sobresale por encima de todos los demás. Todos los periódicos parecían iguales la mañana siguiente al asesinato de Kennedy, al de Martin Luther King, a la caída del muro de Berlín, al atentado de las Torres Gemelas, al de los trenes de Atocha, la liberación de Ortega Lara, la muerte de Franco, el golpe de Tejero, la llegada a la Luna, el terremoto en Japón, el triunfo de Obama, la invasión de Irak, el ahorcamiento de Sadam Husein, el trío de las Azores, la ministra embarazada pasando revista a las tropas, el No a la guerra, la acampada de los indignados, la huelga de profesores, y, por supuesto, la mañana de este jueves pasado, en la que los periódicos, saltándose barreras ideológicas y estúpidos orgullos locales, se pusieron de acuerdo para ofrecer a sus lectores el indescriptible baile de la duquesa de Alba después de un sí quiero que se pronunció, como dicen las revistas del ramo, en la más estricta intimidad.

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6 respuestas a: La Duquesa del Pueblo

María Dice: domingo 9 de octubre de 2011

Tu también eres una cachonda, me has hecho sonreir con tu artículo. En otro momento, mi carcajada hubiese sido sonora, pero hoy no tengo un buen día.

Una visión del bodurrio estupenda.

Jonás Dice: lunes 10 de octubre de 2011

Ahora entiendo, señora, ahora. Por fin. La diferencia está en la oreja. Unos oyen con las orejas, otros con el oído.
Gracias, ya no necesito seguir indagando.
¿Por qué será que cuanto más se presume, más se pone uno en evidencia?
Saludos

Atticus Dice: lunes 10 de octubre de 2011

Es verdad que el tono descuajeringante, tan habitual en Elvira Lindo, nos hace pasar un rato estupendo. Pero tras esas finas palabras algunos sabemos leer otra cosa. Además. hay en la boda de esta mujer algo que me molesta profundamente: en primer lugar esa unanimidad estúpida y gregaria que coloca en portada de todo periódico lo que no deja de ser un acontecimiento privado. En segundo lugar, me indigna esta caterva de pseudograciosos que disfruta con la burla y el escarnio de una mujer con muchos años, pero con derecho a vestirse, hablar y moverse como le de la realísima gana. Estos tipos, que no han leido más libros que los obligatorios del cole (y eso porque no había internet), ni siquiera sospechan que gran parte de la literatura y filosofía más interesantes han llegado a España gracias a ella, y a los hombres con los que matrimonió. Por eso, solo por eso, deberían guardar respetuosísimo silencio en su presencia. A mí su voz, de pito, sus bailes o sus tiritas la verdad es que, como a Rhett Butler, me importan un bledo.

María Dice: lunes 10 de octubre de 2011

Atticus, disculpa que me dirija a tí, pero la Duquesa es la primera que disfruta ofreciendo sus avatares vitales al pueblo llano, haciendo pública su vida privada constantemente. Luego si está encantada de ponerse en el escaparate, concede a quienes la miren el derecho de opinar también como les de la realísima gana. Si no se valoran otras facetas de ella, tal vez es porque no ha puesto la misma energía en difundir aspectos más ilustrados de sus quehaceres. Guardar un respetuosisimo silencio en su presencia, es tu postura y cuando estés ante ella tendrás la oportunidad de hacerlo. Pero exigir dicho silencio a los demás, me parece exigir demasiado y ni siquiera coincide con los deseos de la interesada, que también porque le da la gana, exhibe su esfera privada, convirtiendo el gran ducado en una feria de abril constante.
Y si sonrío con el artículo de Elvira Lindo, es precisamente porque leer supone no solo evaluar el contenido, sino la forma. La unanimidad estúpida de los periódicos y los pseudograciosos puede, digo puede porque no tengo la seguridad aplastante de algunos, que a una personalidad como la de esta señora le resulten mucho más excitante que los respetuosos silencios.

atticus Dice: lunes 10 de octubre de 2011

Como tantas veces, debo explicarme mal, pues pareces ofendida o molesta, María, y no veo motivo en lo que he escrito. No sigo los avatares vitales de la duquesa, como los llamas, pero el hecho de que una persona se exponga no me parece motivo suficiente como para que cualquiera pueda opinar cualquier cosa de ella.
Y yo no «exijo» silencio, no exijo nada. Aunque tal vez me lo debería exigir a mí mismo, pero en este caso me parecía pertinente la puntualización. En ningún caso mi comentario era un dardo contra ti o lo que has escrito. Mi próximo comentario lo reservaré para lo que hace su hijo Jacobo, que eso sí que me interesa.
Un saludo, y perdona, y Elvira también, si lo que he escrito ha sido inadecuado. No era mi intención.

María Dice: martes 11 de octubre de 2011

Atticus, no hay nada que perdonar, solo es un cruce de puntos de vista. Ni ofendida, ni molesta. A mi también me importa un bledo lo que haga la duquesa, la verdad. Si mañana publican una foto en la que baila desnuda un fandango en el Parque de Maria Luisa, probablemente ni me moleste en comentar nada ni en la más estricta intimidad… Tu comentario no es inadecuado, al contrario, me pareció interesante, tanto, que motivó el mío. Y todo esto a raiz del artículo de Elvira. Un saludo y espero volver a leer tu punto de vista en asuntos más interesantes.

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