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«Si hubiera tenido pudor, no habría escrito esta novela»

martes 14 de septiembre de 2010  

Entrevista de Paula Corroto (Público)
Una mujer joven camina por Madrid con un niño pequeño. La ciudad vive la efervescencia de los ochenta, pero esta mujer no se siente en el centro de la Movida. Está confusa. Este atribulado personaje, que nació de un relato titulado El huevo Kínder, es el protagonista de la última novela de Elvira Lindo (Cádiz, 1962), Lo que me queda por vivir (Seix Barral), una historia llena de tintes autobiográficos que retrata de forma intimista aquella década. Es el regreso de la escritora tras la aclamada Una palabra tuya.

08 -Para escribir esta novela ha hecho un viaje por sus recuerdos. ¿Por qué esta mirada hacia sí misma?

Fue un viaje hacia cómo creo que se vivía la experiencia de la juventud. Pero esto no ha sido sólo ponerse a recordar. Para narrar esta historia tenía que hallar una voz íntima y verdadera, y yo tenía la mía. En el libro están cambiados los recuerdos y hay personajes que nunca existieron, pero sí expresa mi estado de ánimo de esa época.

La entrevista sigue aquí

Una Confesión Arrebatada

sábado 11 de septiembre de 2010  

Artículo de Lluís Satorras

(El País)

En la obra tan diversa de Elvira Lindo (la serie de Manolito Gafotas, cuentos para niños, libros juveniles, innumerables programas radiofónicos, guiones cinematográficos) hay lugar también para las novelas. Esta es la cuarta y, en fin, creo que es casi sin dudarlo la mejor, aquella en la que ha volcado su alma, enorme emoción y sensibilidad, y un saber literario de gran vuelo. La naturalidad de la expresión, el costumbrismo de buena ley y la gran verdad humana que abarca es apreciable en la mayor parte de sus páginas. Se trata de una confesión personal cuyo personaje central mantiene significativas semejanzas con la autora real. Aunque el nombre de la protagonista, Antonia, no es, evidentemente, el mismo de la autora, creo que podemos hablar de una modalidad novelística que se ha denominado autoficción, mezcla de autobiografía y ficción que permite trasladar información del autor al personaje y viceversa. La esencial ambigüedad sobre si los hechos contados son ciertos o no es un punto esencial en la credibilidad de la historia. La profesión y los diversos trabajos, el hijo de cuatro años, algunos rasgos expresivos y una circunstancia que surge al final permiten hablar del propósito de la autora de relacionar la historia con su propia vida, independientemente de la cantidad de invención puesta en los diversos episodios. Podemos también considerar una advertencia formulada literalmente en la novela: al tomar cualquier decisión, elegir un camino y rechazar otros, cancelamos la posibilidad de vivir otras vidas que hubieran sido posibles para nosotros. Siguiendo este razonamiento, puede interpretarse lo que se nos cuenta como la vida que hubiera podido llevar la propia autora si sus decisiones hubieran sido otras. Y es que me parece que el texto entero es un conjuro, un encantamiento, expresión de la necesidad de decirlo todo, de expresar el dolor sentido, los apuros, todas las penas y quebrantos para que al fin pueda la protagonista, la que es y no es Elvira Lindo, hacerse cargo con plenitud de «lo que me queda por vivir». Es así como el título adquiere todo su sentido.

El artículo sigue aquí

 

Fotos de Los Lectores (1)

jueves 9 de septiembre de 2010  

«Ya nos van llegando fotos de los amigos facebookianos con el libro. No sé qué va a hacer Xavi con las fotos, es una sorpresa… Me temo lo mejor»

Leyendo Lo Que Me Queda Por Vivir

martes 7 de septiembre de 2010  

Leyendo Lo Que Me Queda Por Vivir

«Aquí tenéis a mi padre echándole un vistazo al libro. Todavía no lo ha leído, él prefiere comprárselo en su librería del barrio… Es muy suyo. He comenzado a coleccionar fotos de amigos, parientes o de animales leyendo mi libro. Algunas son francamente divertidas. ¿por qué no os animáis y las publicamos aquí? Muchos besos, e.»

Pueden mandar sus fotos a elviralindoweb@gmail.com

Temblor Del Primer Día

domingo 5 de septiembre de 2010  

‎»Antonio ha escrito esta preciosa reseña sobre mi libro en su página web. Que trabajemos tan juntos, pared con pared, no significa que yo sepa todo lo que está escribiendo… Esto lo escribió a la chita callando, como una sorpresa. Muchas gracias, Antonio, eres un sol»
Elvira Lindo

En el escaparate de una librería de mi barrio veo al pasar la portada de Lo que me queda por vivir , la novela de Elvira que salió ayer. Como iba un poco distraído y lo he visto por sorpresa, el libro, tan familiar para mí, es nuevo durante un instante, esa portada que nos llama con una promesa inesperada de lectura. Creo que es muy buena la ilustración de Miguel: la madre muy joven y el hijo muy pequeño, los dos frágiles cada uno a su manera y los dos destinados sin remedio a la fortaleza, para protegerse el uno al otro, para darse un amparo mutuo frente a la hostilidad y a la incertidumbre del mundo exterior; la madre tocada todavía por una orfandad prematura; el hijo teniendo que aprender demasiado pronto a moverse en la zona de niebla en la que están envueltas para él las querellas sentimentales de los adultos. Retratar niños pequeños en la ficción es tan difícil como hacerlo en la pintura: Gabi, el niño de cuatro años de esta novela, tiene una complejidad tan llena de matices como la de las personas mayores que lo rodean, lo cuidan, lo confunden a veces.

El artículo sigue aquí

Mother and Child

sábado 4 de septiembre de 2010  

«Otra de las canciones de la «banda sonora» de la novela es Mother and Child Reunión del gran Paul Simon. Paul Simon ha sido y es uno de mis músicos favoritos, por eso me dio tanta alegría cuando esta primavera nombraron Doctor Honoris Causa a Antonio por la Universidad de Brandeis (Massachussets) junto a este querido …cantante y compositor que tanto me ha acompañado en la vida. Cuánto me gustaba presentar esta canción cuando trabajaba en la radio y cuánto la he bailado en mi casa. Para todos vosotros, Mother and Child Reunion».

When You Wish Upon a Star

viernes 3 de septiembre de 2010  

«Ya está el libro en las librerías. De pronto, la misma sensación de siempre: ¿se defenderá, encontrará lectores? ¿con la cantidad de libros que hay por leer, qué necesidad había o hay de este? Dudas, dudas… pequeñas neurosis, que van pegadas como un chicle a mi carácter y al propio oficio. El libro tiene toda una «banda sonora» que iremos publicando en breve, pero tal vez, la canción más significativa, la más cursi y no por ello menos evocadora, es «When you wish upon a star«, aquella que cantaba Pepito Grillo y con la que comenzaban todas las películas de Walt Disney. En la novela, la madre y el niño la bailan. El niño, emocionado por ser el compañero de baile de su madre, cierra los ojos y es vencido al fin por el sueño…»

Recuerdillos

jueves 2 de septiembre de 2010  

«Hoy quiero compartir con vosotros un texto muy especial. Lo ha escrito mi queridísima Verónica López. Verónica entró a trabajar en el programa que yo dirigía en Radio 3, «El Gallo que no cesa». Era su primer trabajo, tenía 21 años. Yo tenía 28. La novela que he escrito se sitúa en aquellos años. Le pedí a Verónica que intentara evocar algunos de sus recuerdos y me ha mandado estas palabras tan emocionantes. Verónica, no sabes la alegría que me da haberte recuperado en mi vida. Lo que más recuerdo yo de ti es lo bonito que era tener tu sonrisa al otro lado del cristal»
Elvira Lindo

De Miguel…

Empezaré `por el peque, que entonces tenía cuatro años, y del que hablabas a menudo, pero tranquila…, nunca resultabas una madre pesada. Siempre hablabas de él con mucho amor y con una sonrisa. Nos contabas anécdotas como cuando iba alguien a casa y pasabais la primera media hora enseñando a las visitas la mesa nueva que subía y bajaba. Hasta que tenías que decirle, Miguel hijo…, que parecemos unos paletos… +

Elvira Lindo. Lo que me queda por vivir

miércoles 1 de septiembre de 2010  

Artículo de Juan Cruz

He leído la última novela de Elvira Lindo, que publicará Seix Barral el 3 de septiembre próximo. Es un libro y es un atrevimiento, personal, generacional, femenino, humano.

Los atrevimientos literarios son atrevimientos humanos: como si detrás de lo que escribe Elvira (una historia de la construcción de una soledad, la de una mujer, salvada por la presencia de un hijo que es en todo momento el punto de apoyo, el cómplice, el testigo) hubiera una bocanada de mil aires distintos que confluyen en su su viento total, herido, el viento de un tiempo por el que ella ha pasado (y pasa) con sus ojos atentísimos, que son también los ojos de la protagonista. +

Una Vida Inesperada

martes 31 de agosto de 2010  

Artículo de Ovidio Paredes

El extraño viaje

Hay acontecimientos que marcan decisivamente la vida de una persona, de una mujer, Antonia, en este caso: la muerte prematura de la madre, la maternidad siendo aún muy joven, la ruptura de una pareja donde todavía, al menos por una de las partes, la suya, había amor. La vida, que nunca es fácil, menos lo es para una joven, sola, con un niño pequeño, que intenta buscar su lugar en el mundo y que se siente huérfana, con una fragilísima sensación de orfandad y desamparo que se extiende mucho más allá del tiempo en el que se inicia, tras la muerte de la madre. Esa otra mujer, que recuerda a las mujeres del cine y de la música americana, con el corazón herido, tocado por la larga enfermedad, presencia constante pese a la ausencia física.  +

© Elvira Lindo 2021