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No Hay Semana Sin Show

domingo 25 de noviembre de 2018  

Cualquiera de nosotros conoce a personas con inquietudes políticas. Hombres y mujeres a los que reconocemos capacidad de convicción, de liderazgo, capaces de articular un buen discurso, de apaciguar los ánimos en un equipo, seres que despiertan respeto y respetan, que negocian sin humillar al que lleva las de perder, sagaces, peleadores, convincentes. Cuando nos encontramos con alguien que posee este poderoso atractivo, pensamos, ¿y por qué no hay personas así en la política? Esta semana hemos tenido una vez más la respuesta. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Por Su Grandísima Culpa

domingo 18 de noviembre de 2018  

Como imagino que les ocurría a todos los niños que asistían a la misa dominical, me sobrecogían esas palabras en las que había que confesar que se había pecado de pensamiento, palabra, obra u omisión. Por mi culpa, se decía, por mi grandísima culpa. No había grandes culpas en mi haber, salvo las travesuras propias de la infancia, pero la oración conseguía provocarme un estado de ánimo en el que lo importante no eran los hechos, sino la asunción de un pecado impreciso. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

La Lección De Carmen

domingo 28 de octubre de 2018  

Entra Rodrigo Rato en la cárcel. Siempre impresiona el camino de un hombre hasta la reclusión. Debe de tratarse de uno de los trayectos más solitarios en la vida de una persona. Más cuando aún deben resonar en su memoria los ecos de todas las palabras celebratorias que durante tantos años se le dedicaron. Encarnaba al hombre duro, algo borde, impaciente, pero que a su vez ofrecía una imagen de solvencia a la derecha española. Recuerdo incluso cómo algún columnista no alineado con la derecha reclamaba una España en la que hubiera más señores serios como Rato y menos chicas tontilocas como Bibiana Aído. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Ni torpes ni sumisos

domingo 21 de octubre de 2018  

Las declaraciones de Isabel García Tejerina sobre el atraso escolar de los niños andaluces ponían el acento de nuevo en quienes reciben la educación y no en quienes la proyectan. No debiéramos extrañarnos de la extrema sensibilidad con la que han sido recibidas sus palabras porque si hay algo de lo que pueden estar hartos los andaluces es de su eterna caricatura: vagos, incapaces de progresar y regodeándose felizmente en su atraso. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Sánchez, el okupa

sábado 13 de octubre de 2018  

De pronto, oh, somos un país de expertos en protocolo. Sobre todo, cuando se trata de afear el error de un presidente de izquierdas. Ya durante el desfile se había respirado el clamor de desafección: se escucharon gritos de okupa. Algo ciertamente punki para un desfile militar. Para las personas que vociferaban ser un okupa es sinónimo de delincuente peligroso. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Palabras Como Pedradas

sábado 6 de octubre de 2018  

Si algo ha conseguido la ley mordaza es que el debate sobre la libertad de expresión no alce en nuestro país el vuelo. La intervención de la justicia dilucidando si es o no delito la blasfemia o el exabrupto contra creencias e instituciones del Estado pervierte el fondo de un asunto que merecería una reflexión cuidadosa. Los enredos judiciales solo nos conducen a extremos adolescentes, como llenar páginas de prensa con los consabidos “me cago en Dios”, para defender a un actor que así se expresó. Lo urgente, por tanto, sería derogar esa ley para que empezáramos a considerar en serio si el lenguaje contribuye a esta ola de fascismo de nuevo cuño. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Orgulloso De Ser Un Hombre Blanco

sábado 29 de septiembre de 2018  

Qué difícil adaptarse a estos tiempos en que las malas artes se han legitimado. Me recuerdo a mí misma, hace apenas tres años, comentando los primeros pasos de la campaña de Trump. Pensaba que cada vez que escupía alguna barbaridad racista en los mítines, o se desvelaba algo más sobre su proverbial desprecio a las mujeres, los votantes que aún conservaran un atisbo de humanidad le darían de lado. Cuando ganó creía que lo habían votado a pesar de esa basura, obviándola porque les engatusaba con su retórica del éxito y la patria. Y era justo lo contrario. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

El Champiñón Presidencial

sábado 22 de septiembre de 2018  

Lo celebraban sus seguidores en los mítines. Al fin un presidente que les permitía desempolvar los viejos y queridos chistes de negros, de gais (lo que toda la vida de Dios se ha dado en llamar maricones o mariquitas), de putas, de solteronas salidas, feministas feas y rencorosas o mexicanos violadores. Al fin alguien que les aplaudía en su legítima necesidad de llamar a las cosas por su nombre y volver al tradicional escalafón en el que los denostados hombres blancos miraban al resto de la diversidad humana desde arriba. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Brotes de titulismo

sábado 15 de septiembre de 2018  

No está de más, presenciando el desalentador espectáculo de estos días, echar la vista atrás, observar cómo fue el fluir de la vida de la generación de mis padres, niños de la guerra que en muchos casos hubieron de abandonar la escuela sin poder completar una educación básica. Poco nos acordamos de cómo lograron una posición en el mundo laboral, conquistada a fuerza de trabajo duro y talento no cultivado en la universidad. Yo recuerdo escuchar de sus bocas la palabra “titulitis”, que ahora suena desfasada, pero que entonces denominaba muy certeramente la obsesión por anteponer el título al conocimiento real. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Cambie de opinión, hombre

domingo 9 de septiembre de 2018  

Una chica prodigio, de 18 años, que posee desparpajo escribiendo, es contratada por The New York Times Magazine para escribir sus desvelos generacionales. El primer artículo se publica en 1972 con una foto de su cara simpática, sin maquillaje, y una melena alborotada de quien ha sido sorprendida en un descanso entre clases. Es Joyce Maynard, estudiante de Yale, de futuro académico prometedor. A los pocos días, Joyce recibe una carta: la voz que le habla es idéntica a la de un personaje adorable, Holden Caulfield; el que la firma, un hombre de 53 años, J. D. Salinger. El venerado escritor le pide: “Deja la universidad, ven a vivir conmigo, ten niños, colaboraremos en obras que podremos representar juntos y sé mi pareja para siempre”. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

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