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Ser Chica Almodóvar 

sábado 31 de octubre de 2015  

  Lo que en los años ochenta, década que quedó solemnemente inaugurada con el estreno de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, vino a significar ser una chica Almodóvar no es algo que pueda explicarse en un artículo, más bien merecería un ensayo que podría escribir en primera persona cualquiera de aquellas jóvenes que, de pronto, vieron en las mujeres almodovarianas un ejemplo a seguir. La palabra “ejemplo” es, sin duda, chocante porque si por algo nos seducían los personajes que encarnaban las actrices de Pedro Almodóvar era por representar el antiejemplo de la buena chica. Cada una de ellas ajustaba su credo a las necesidades más perentorias y justificaba sus actos, cualesquiera que fuesen, desde amar al hombre que la rapta a matar al marido, por obedecer las reglas de la pasión y no de la sensatez. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

¿Por qué queremos tanto a Ana Blanco?

sábado 31 de octubre de 2015  

  

Los que la queremos, ¿por qué queremos tanto a Ana Blanco? Lo expresaré con una frase escueta y simple: porque su imagen representa mejor que cualquier otra el espíritu de la televisión pública. Su figura es lo mejor de esa tele que casi hemos perdido pero que ella, con su sola presencia, mantiene en pie. Queremos a Ana porque su estilo es discreto, no tiene nada que ver con la televisión actual del espectáculo, no es una estrella, nadie la toma como tal, no se comenta en las tertulias políticas ni en las columnas ni se cuchichea lo último que ha contado Blanco en las noticias, porque Ana presenta con la misma tranquilidad y dulzura todos los días, ahora por las noches. No llama la atención nuestra dama por un estilo peculiar de vestir: ella va maqueada como una profesional que trata de pasar desapercibida, sin aspavientos ni escotes, sin cortes de pelo radicales. Su aspecto es casi idéntico al que mostró hace más de veinte años, cuando su cara de niña algo asustada apareció por vez primera en pantalla. La mirada de Ana no se distingue por su intensidad, esos ojos castaños se posan sobre nosotros como si su dueña estuviera resignada a ser la transmisora de las tensiones, los desacuerdos y las desgracias. EL ARTÍCULO SIGUE AQUI – >> http://elpais.com/elpais/2015/10/29/estilo/1446143148_412686.html

 

Hermano Caballo

sábado 24 de octubre de 2015  

  Pertenezco a esa generación que cuando le decía a una madre que quería un perro, ella contestaba sin rodeos: «Bastante tengo con vosotros». Nosotros. En cuatro palabras eras informado de que no, de que nunca, de que tu vida no era una serie americana y de que siendo niña integrante de una familia numerosa te podías poner a la cola para que se te comprara, ¿un perro?, vamos, anda: una trenca. Pertenezco a esa generación que aún veía a los gatos como bichos salvajes, habitantes de la intemperie, visitantes furtivos de los patios a los que acudían para comer las sobras a cambio de acabar con los ratones de las cambras, de los sobrados. Pertenezco a esa generación de niñas que, aun estremecida por la crueldad de los mozos con los toros embolaos, había sido educada para observar sin juzgar la brutalidad de los hombres y de los aprendices de hombres. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

Palabra de Dios 

sábado 17 de octubre de 2015  

El cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, ha hablado, y por la importancia que los medios han concedido a sus palabras se sobreentiende que el peso de la Iglesia católica sigue situándose mucho más allá de lo que sus pastores predican en su espacio natural: el púlpito de los templos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

La Maternidad, Años Más Tarde

sábado 3 de octubre de 2015  

  El día 29 de septiembre es San Miguel. No me suelo acordar de los santos, ni tan siquiera de los cumpleaños, pero mi hijo Miguel sabe que cuando llegue su día (como se refieren en ciertas zonas de España al día de uno en el Santoral) recibirá una llamada, y no será la mía sino la de su padrastro. San Miguel es, a su vez, patrón de Úbeda, por lo que con más motivo el experto en onomásticas de mi casa se acuerda de felicitar a su hijastro. Cuando las relaciones con los hijos adultos son buenas, se podrían definir a la manera en que lo hizo Montaigne y que tanto le gusta a Muñoz Molina: “Una amistad verdaderamente paternal”. Es muy satisfactoria esa paternidad o maternidad en la que no intervienen los lazos biológicos. No se suele hablar de ella, salvo cuando los niños son adoptados, pero está presente en muchas de nuestras familias. EL ARTICULO SIGUE AQUI ->> 

 

Amor a Destiempo

sábado 19 de septiembre de 2015  

 

En la sala de espera de un médico, en el gimnasio, en el bar, o en urgencias, una tele en lo alto te da la oportunidad, mientras esperas noticias de una familiar ingresada, de conocer a fondo los problemas a los que se enfrenta el actor porno Nacho Vidal desde que su instrumento laboral se le arqueó durante la participación en un reality show. Es de agradecer que la furiosa tertulia tenga anulado el sonido, pero lo cierto es que todo el mundo sigue leyendo los subtítulos. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

 

¿A Senegal?

sábado 12 de septiembre de 2015  


A mí me gustaría que Lluis Llach explicara por qué si en estas elecciones que algunos han decidido que sean plebiscitarias no sale el sí a la independencia de Cataluña él se marcharía a Senegal. ¿Por qué? ¿Qué quiere decir con esa frase, que irse a Senegal sería algo así como un acto de desesperación, como afirmar me tiro por un puente si en unas elecciones no sale lo que yo quiero? ¿Y cómo se puede tomar esto un tipo senegalés? Leo, mientras escribo este artículo, que las encuestas cantan una mayoría absoluta para Junts pel si, y anuncian los posibles ganadores que tras ese resultado el gobierno de Cataluña hará una declaración unilateral de independencia. Y luego qué. Pues ni usted ni yo podemos predecir qué ocurrirá luego, porque entre lo temerario y lo sensato la clase política, a lo largo de la historia, ha tenido una tendencia enfermiza a optar por lo primero.EL ARTICULO SIGUE AQUI ->> 

 

«De verdad, ¿somos peores ahora?»

sábado 5 de septiembre de 2015  

Los hay que se preparan las lecturas de agosto, como si fuera una de aquellas carpetas de Vacaciones Santillana, y las hay, como quien esto escribe, que prefieren leer a la deriva, a donde el azar te lleve. En uno de mis paseos temerarios por el Madrid sofocante de últimos de julio compré una novela gráfica, Los últimos días de Stefan Zweig, que narra los últimos días del escritor austriaco y su joven esposa Lotte en la ciudad brasileña de Petrópolis. No descubro nada si cuento el final, el suicidio de Zweig y su mujer; la imagen de la desgraciada pareja en la cama, abrazados y entregados a un sueño eterno se reproduce, para mi gusto con demasiada frecuencia, cada vez que se habla de aquellos días. EL ARTICULO SIGUE AQUI >> 

 

Mujeres Díscolas

viernes 3 de julio de 2015  

Todos tenemos un pasado. Y todas. Cuando llegó la democracia a España la gente tenía un pasado tremendo. Lo tenía Fraga, pero también Carrillo. Lo tenía tu padre y también el mío. Las mujeres contaban con un pasado más doméstico, pero desde la retaguardia también tuvieron lo suyo. La democracia permitió una reinvención urgente, y hubo quien habiendo sido medio-franquista o franquista-entero saboreó de pronto la posibilidad de votar al partido socialista, incluso al comunista. Siempre he sido de la opinión de que hay que tener mucho cuidado con exigir certificados de buena conducta, porque a la mínima te pillan en un renuncio. Hasta hay quien ha mostrado como mérito propio el pasado del abuelo heroico, como si la heroicidad se llevara en la sangre. Muchos de nuestros padres, que fueron los pobres niños en la guerra y se les fue la vida trabajando en el país franquista, arrastraban un pasado de forzosa conformidad. EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->>

 

Pedir Disculpas

sábado 20 de junio de 2015  

Me di un golpazo en la cabeza al subir mi mochila al maletero. Todos los pasajeros me miraron y yo traté de superar la inexplicable vergüenza que provoca darse un coscorrón. De pronto, escuché una risa a mis espaldas. No lo podía creer: un jovenzuelo se reía de mi torpeza. Le miré fijamente a ver si reaccionaba, pero no. Me salió esa macarra que llevo dentro y que sólo hace acto de presencia cuando algo me enerva, le puse la mano en el hombro y le dije, “¿tú eres tonto, chaval?”. Se quedó desconcertado y ahí se acabó el episodio. Cuando tomé asiento reflexioné sobre mi reacción y concluí que he llegado a esa edad en que las mujeres nos volvemos valientes y con la autoridad que da la experiencia somos capaces de ponerle la mano en el hombro a un cretino y soltarle, ¿tú eres tonto, chaval? EL ARTÍCULO SIGUE AQUÍ ->> 

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